Día de pesca

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Es un nuevo y maravilloso día en Royal Woods, se pueden oír los pájaros cantar y se alcanza a percibir una brisa única de paz y sosiego en el aire.

Pero, ¿Cómo era posible obtener semejante tranquilidad en Royal Woods teniendo a los Loud viviendo en el vecindario?

Era muy simple, los Loud estaban afuera, perturbando la vida de otros con sus locuras, todos menos Lincoln y Luna, y es que estos habían sido castigados y obligados a limpiar toda la casa por haber quemado accidentalmente la novela de 200 páginas que estaba escribiendo su madre, Rita.

Lincoln se levanta de su cama un poco afectado por el silencio asesino que recorre los pasillos de la casa, baja con un poco de dificultad por el sueño y de topa con su hermana mayor, la cual llevaba su guitarra entre manos.

Luna: -Tocando ajetreada- ¡Buenos días bro!

Lincoln: Buenos días Luna -Dice casi en un último suspiro- ¿Me hiciste el desayuno?

Luna: Claro que sí, ¡unas tostadas con huevos fritos y una salchicha marchando para mi hermano!

La castaña le aventó hacía su asiento un platito con las tostadas y otro con los huevos y la salchicha, formando una carita feliz con ellos, un gesto agradable para él.

El peliblanco comenzó a devorarse su plato mientras su hermana le miraba con ternura, como si la distancia con Sam o el castigo de sus padres no le hubiera afectado en lo más mínimo.

Habiendo terminado el albino llevó sus trastes a lavar y Luna le ayudó en todo momento, produciéndose roses entre sí y demás que no tienen nada de malo entre hermanos.

Lincoln: Gracias por el desayuno y por ayudarme Luna.

Luna: ¡No es nada little bro!

Lincoln: -Rascándose la cabeza- Y... ¿Por dónde quieres que empecemos a limpiar?

Luna: -Ofreciéndole una escoba- Empecemos por el ático.

El peliblanco recibe conforme la escoba y se ponen manos a la obra, había mucho trabajo por hacer, el ático era un asco, habían cajas por doquier y una considerable cantidad de polvo por todos lados.

Mientras el peliblanco barría el piso Luna se puso a ordenar las cajas de una forma un poco... mediática; pues se encorvaba y dejaba ver parte de sus bragas moradas, pero Lincoln desvió la mirada por respeto a su hermana, aunque no podía negar que le llamaba la atención.

Una vez terminaron bajaron para comenzar a limpiar y sacar la basura de las habitaciones, aunque ya iban algo transpirados gracias al calor que se comenzaba a apoderar de la casa.

Luna: -Suspirando- Uf, aquí hace demasiado calor, ¿no crees hermano?

Lincoln: -Limpiándose el sudor- Debe ser porque nos estamos esforzando mucho con esto, espera, ¿Qué haces?

La castaña se deshace de su camiseta y falda, cubriéndose únicamente con un sostén púrpura y sus bragas anteriormente mencionadas.

Luna: -Como si nada- Intento mantenerme fresca bro, te recomendaría hacer lo mismo.

Al pequeño albino cada vez se le hace más complicado apartar la vista de Luna, para él, el cuerpo de su hermana mayor era irresistible, estaba bien desarrollado y le parecían muy atractivas las pecas que tenía en zonas como el hombro o los glúteos, sin embargo, trató de ser un buen hermano para no incomodar a su hermana mayor y poder terminar de una buena vez de limpiar la casa.

Fue difícil, muy difícil, Luna no dejaba de limpiar en poses muy prometedoras, pero finalmente terminaron con el segundo piso y Lincoln fue de lleno al primer piso para continuar.

Las indirectas de Luna (ONE-SHOT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora