La profesora Sofía Falcón estaba delante de la pizarra hablando muy entusiasmada acerca de las complejidades de la ciencia, pero su clase es la última de la semana por lo que muchos nos encontramos en extremo aburridos.
- ¿Y? ¿Qué vamos a hacer después? -. me cuestiono Ivana Escobar o como yo le decía Ivi. Ambas compartimos pupitre desde que estábamos en el jardín de niños, quizá por eso naturalmente nos volvimos amigas.
Suspire antes de responderle. –Pensaba ir por algunos libros a la biblioteca, presiento que este fin será de lo más aburrido-. le dije mientras me recargaba con mis brazos en la mesa.
- ¿aburrido? - respondió sarcástica-. Lo único aburrido son tus libros y también tú, Me-li-ssa.
-Ooh… tus palabras duelen cuando agregas mi nombre- le dije con ironía mientras colocaba una de mis manos sobre mi pecho fingiendo que me dolió.
Ella entreabrió sus labios, pero no pudo responderme porque la voz de la profesora resonó por todo el salón.
- “El todo es más que la suma de sus componentes”- dijo la profesora mientras caminaba dando vueltas por su escritorio-. Por ejemplo…-analizó el salón por completo hasta que su mirada se detuvo en un estudiante que se encontraba dormido en plena clase-. Por ejemplo, ¿saben los procesos que se tiene que someter su organismo para llegar al punto de tomar un periodo de descanso? - dijo mientras caminaba en dirección a él.
Somos 25 alumnos quienes nos encontramos en su clase, pero aquel chico es un claro ejemplo de que no conozco a la mayoría de mis compañeros, al menos no de nombre.
La profesora que se encuentra justo a un lado del pupitre de aquel chico le dijo en un tono elevado. - ¿y bien? - pero no hubo respuesta ni acción por parte de él, esto provoco que toda la clase nos prorrumpiéramos en risas.
Después de su muy fracasado intento, el compañero de pupitre del chico lo sacudió con brusquedad para así despertarlo. El chico de nombre aun desconocido levantó la mirada lentamente, pero cuando vió a la profesora su cuerpo dió un sobresalto e hizo una postura erguida desde su asiento.
-como todos los días- menciono la profesora cruzándose de brazos. Junto con toda la clase prorrumpimos en risas por segunda vez.
-Adam, ¿verdad? -dijo ella a lo que él asintió-. Estábamos hablando sobre el proceso que se experimenta al dormir. ¿podría comentarnos algo al respecto?
-no… no estaba dormido- respondió él titubeando.
-Tranquilo Adam, hoy no habrá regaños. La pregunta solo es para comprender el tema de hoy-dijo la profesora mientras sonreía amablemente-. ¿Y bien?
¿Adam…? -medite su nombre un momento. Antes de hoy lo único que sabía de él era que solo compartíamos la clase de a profesora Falcón y eso lo se gracias a que cada viernes el atraía la atención de toda la clase por quedarse dormido. Siempre es interesante ver como lo regañan.
-pues… involuntariamente. Mis ojos se cerraban y se abrían lentamente, por eso me recargue en la mesa y sin darme cuenta quede dormido-respondió él muy nervioso.
-involuntariamente- repitió la profesora y añadió dirigiéndose a la clase-. Las interacciones conducen a fenómenos colectivos coherentes que pueden ser descritos solamente en niveles más altos que aquellos de las unidades individuales.
- ¿y eso que significa? - grito un compañero desde el fondo de la clase. No era ilógico, pues la profesora Sofía, suele usar términos que nuestros cerebros apenas y procesan.
–¿A qué me refería esta vez señorita Escobar?–preguntó la profesora dirigiéndose a nuestro pupitre.
Ivi como de costumbre observaba "al chico de su vida" como ella le llamaba. Por supuesto que se intimido a dicha pregunta repentina.
–No puede ser descrito en términos de los eventos que ocurren en su organismo–añadí en voz alta.
La profesora hizo un gesto de aprobación pero al mismo tiempo disgustada de haberle respondido.
–Sé que es el último día chicos, pero si yo lo quiero puedo suspenderlos y hacer que vuelvan la próxima semana–molesta continúo la profesora volviendo a su pizarra– En otras palabras para que por fin logren comprender. Estamos acostumbrados a generalizar sin contemplar los procesos que conlleva lograr dicho nombramiento generalizado...
–Ufff–Suspiró Ivi alivianada, mientras tanto la profesora seguía con su clase y los rostros apenas retiraban una a una la mirada que tenían hacia nosotras.
Si hay algo que me incómoda son las miradas, cuando hay mucho silencio en una multitud y alguien lo irrumpe, las miradas se van directamente hacia quien lo haya hecho, juzgando toda actividad a realizar.
Pero de todas las miradas de las que me percaté no encontré la del chico "Adam".
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Amapolas
Teen FictionOcurrió durante los años 70's, pero su historia talvez solo sea posible de definir sustituyendo la ecuación de Dirac: (∂ + m) ψ = 0 "Durante un cierto tiempo uno con el otro estuvieron muy unidos, que incluso después de separarse de algún modo sutil...