Εκδίκηση (Venganza) : la guerra por la libertad

‧͙⁺˚*･༓☾ 𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐕𝐈 ☽༓･*˚⁺‧͙

Ella lo abrazo con fuerza, el volvió a su cuerpo normal y salieron del agua, la llevo a su cabaña mientras hablaban todo lo que no habían hablado ese año lejos.
Ella no sabía que el era el general oficial de Lord Avery, ni que su hermano ya era entrenado para ser el siguiente Lord de Alephis. En cambio él no sabía que ella tenía visiones de Seth ni que su familia de desmoronaba cada vez más.

-Vaya, duele saber que eso está pasando pajarito- le dijo preparando un baño para quitarse la sal.

-Si es feo, pero supongo que era algo obvio sabiendo lo que mi madre hacia- sacudió sus prendas para quitar la arena y se sentó en la orilla de la cama.

No le gustaba verse desnuda, se repudiaba a ella misma por los comentarios de los demás; ella no era como los demás Plassenses y eso le causaba conflicto. Se vio en el espejo de la habitación del joven y se abrazo a si misma, él noto eso y se sentó junto a ella.

-¿Que pasa mi pajarito? - la abrazo con un brazo y con la otra mano tomó la de ella. -¿Por qué esa carita eh?-

-No me gusta verme así, no se yo... No cumplo con los estandares- le daba vergüenza su desnudez.

-Eres hermosa, para mi, eres la mujer más hermosa que haya visto-

Salomé sabía que los soldados solían frecuentar burdeles y tabernas, también que dormían con chicas distintas cada noche si así lo querían. Pero no quería pensar que Zach era así.

-¿Has visto muchas?- pregunto algo triste.

-No te voy a negar que al menos unas 5 si, pero eso era antes de ti, y mi familia lo puede probar- si algo sabía todo el mundo en Alephis era que Zach era un hombre de palabra.

-De acuerdo, te creo Zach- le sonrió -Aún así no se si soy suficiente-

-Lo eres, anda ven vamos a darnos un baño y quitarnos la sal-

Ambos se levantaron y fueron a darse una ducha, ahí dentro solo se oían leves coqueteos, risas y uno que otro beso.
Al salir el chico envolvió a la joven en una toalla para que sus plumas se secaran.
Éste se cambió y se acostó en la cama, extendiendo su brazo como invitación para la joven a acostarse junto a él. Ella asintió con una sonrisa y se acostó en el pecho del hombre.

Mientas aquellos enamorados dormían, en el Palacio las cosas no hiban muy bien que digamos. El rey buscaba desesperadamente a su sobrina sin éxito.

-Anika, ¿Donde carajo esta tu hija? - pregunto Tristan ya algo estresado.

-No se, mis siervos dicen que no está en Plassea pero no se... - el rey la interrumpió de una bofetada.

-¡Carajo Anica! ¡No me digas no se, averigua!- grito el hombre.

-Si... Si mi señor- cabizbaja salió de la presencia del rey quien ya perdía la paciencia.

Necesitaba encontrar a la joven pero ya, la nesecitaba con él y más si era cierto que ella era una verdadera Fénix.
Mientras bebía su habitual copa de vino, miraba a la joven que había mandado traer a sus aposentos para que satisfaciera a su Majestad. Cuando vio a la joven se le ocurrió una idea.

A la mañana siguiente mando un comunicado, cada rincón de Drakasas estaba a la búsqueda de la joven después de recibir la orden del rey:

"Su Majestad les informa que se abre la búsqueda de la joven Salomé Alexandra Pyke; quien tenga información presentese ante su Majestad. Quien la esconda o sepa algo y no lo informe será declarado enemigo de la corona y ejecutado"

Claramente ese aviso llegó a Alephis, Lord Avery suspiro; ya tenía suficientes problemas con los Braddock y los Pyke, si ayudaba a encontrarla tal vez esos problemas terminarían.
Lukas Avery aviso a su Majestad que la joven emplumada se encontraba cerca, más no en su territorio pues sentía cariño hacia la chica gracias a su hijo.
Tristán envió a su consejero a Alephis para buscar a la chica.

Salomé despertó ese día por la ausencia de su hombre. Se levantó y se puso sus prendas, salió en silencio solo para oír la discusión entre Zach y su hermano, Manacés.

-¿Que hiciste que?- se notaba que Zach no quería hacer un escándalo. -Sabes lo que Tristan hará con ella, ¿Verdad?-

-Es por Alephis, Zachary... Perdoname-

Zach suspiró y giro la cabeza ligeramente.

-Si fuera Myria.... Si fuera ella no lo hubieras hecho-

Respiro para calmarse y se dirigió hacia su cabaña, pero Manacés lo detuvo con la oración que no quería oir ni en sueños.

-El rey envió a alguien Ysmael, y ya está aquí- continuó -Si ese pájaro realmente te importa, yo que tu le diría que se fuera-

Zach siguió caminando, la joven al ver esto volvió a la habitación y actuó como si nada. Pero en el fondo sabía que no podía hacer oídos sordos.
El chico entró a la habitación y sabía nada más de ver a la joven, que ella había oído la discusión.

-Pajarito... - se sentó junto a ella.

-Me tengo que ir, Zach- se levantó para tomar sus cosas antes de ser detenida por él.

-No, espera... No te vayas.. -

Esas palabras... Las había oído antes. Damon le había dicho lo mismo. No recordaba a su primo, no hasta que Zach dijo exactamente lo mismo que él.

-La última vez que alguien me dijo eso, prometi algo que no podré cumplir- admitió.

-Salomé, no te voy a perder así.... - se paró delante de ella -Te dije que te amaba y no quiero que te vayas estando molesta conmigo-

Salomé no estaba molesta con él, si no con su hermano. Pero sabía que Manacés tenía sus razones de por qué hizo lo que hizo. Ella no quería ser un problema o una carga para los Avery.
Ya suficiente daño tenían con la batalla contra su medio hermano.

-Aun así, debo partir Zach- le digo notando su preocupación. -Hey.... Nunca dije que te dejaría de amar mi pesecito-

Con una sonrisa le dio un pequeño beso en los labios, el cual el siguió con sentimiento. Tenía miedo de que ella no volviera ahora que sabía que sentía lo mismo por él.

-Lo se, pero no puedo evitar sentirme culpable- bajo la mirada.

-No... No es tu culpa... - la fémina acunó el rostro del hombre entre sus manos. -Sabías que debía irme, tengo una misión Zach-

Le dolía dejarlo, más sabiendo que su medio hermano lo odiaba a muerte luego de lo que hizo.
En un rápido cálculo le hizo una promesa.

-Escuchame Zachary, si en un mes no vuelvo... Busca a alguien más ¿de acuerdo?-

-Estas loca... Eso jamás- suspiró -Por favor mi pajarito, jura que volverás a mi lado-

-Te lo juro, Zachary-

Ella le dio un último beso en los labios dejando que las lágrimas corrieran por sus mejillas, luego tomó sus cosas y salió de la habitación para retomar el viaje a las montañas Nubladas. Justo a tiempo antes de que llegara el consejero del rey.
Zach fue a ver que sucedía, pero al llegar... La sangre se le fue a los tobillos al oír la conversación.

-Se acaba de ir, rumbo a Zhard- afirmo Manacés.