El profesor Snape

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Alya POV

- mira allí - murmuro una chica de hufflepuff -

- ¿Dónde? - pregunto un chico de Hufflepuff -

- Al lado de esos Edevane y de ese weasley chaparro - nos señalo -

- ¿El de lentes? - pregunto un Ravenclaw que apenas llegaba -

Los murmullos persiguieron a Harry desde que salió del dormitorio.

Los alumnos que estaban afuera de los salones se ponían de puntillas para verlo o se daban la vuelta por los pasillo.

En hogwarts había 142 escaleras. Algunas llevaban a lugares diferentes los viernes. También había puertas que en realidad no lo eran, sino sólidas paredes que fingían ser puertas.

También era muy difícil recordar dónde estaba todo, ya que parecía que las cosas cambiaban continuamente.

Los fantasmas no ayudaban ni un poquito.

Y peor que todos, Peeves el poltergeist se encargaba de poner puertas cerradas y escaleras con trampas en el camino.

Tiraba papeles a la cabeza, corría las alfombras debajo de los pies del que pasaba, se deslizaba por detrás, tomaba la nariz de algunos y gritaba "¡Tengo tu nariz!" pero aún peor que peeves (si eso era posible) era el celador, Argus Filch.

Harry, Ron, Einar y yo nos la arreglamos para chocar con el en la primera mañana. Filch nos encontró tratando de pasar por una puerta que desgraciadamente resulto ser la entrada al pasillo prohibido del tercer piso, estaba convencido de que queríamos entrar aquí a propósito y nos amenazó con encerrarnos en el calabozo, hasta que el profesor Quirrel nos rescató.

Filch tenía una gata llamada " señora noris" Esta patrullaba por los pasillos. Si alguien infrigia una regla delante de ella, se escabullia para buscar a filch, el cuál aparecía dos segundos más tarde, Filch conocía todos los pasadizos secretos mejor que nadie (a excepción tal vez de los gemelos weasley)

Todos los estudiantes lo detestaban y la más soñada ambición de muchos era darle una buena patada a la Señora Norris.

Y, después, cuando por fin habíamos encontrado las aulas, estaban las clases. Había más que solo agitar la varita y decir unas palabras graciosas.

Teníamos que estudiar los cielos nocturnos con sus telescopios, cada miércoles a media noche, también aprender los nombres de las diferentes estrellas y los movimientos de los planetas.

Tres veces a la semana íbamos a los invernaderos atrás del castillo a estudiar herbologia.

Neville parecía estar encantado con esa asignatura, a excepción de mi, no era muy de mi agrado esa asignatura.

Pero la asignatura más aburrida era historia de la magia, la única clase Dada por un fantasma. El profesor Binns ya era muy viejo cuando se quedó dormido frente a la chimenea de la sala de profesores y cuando se levantó a la mañana siguiente para dar clases, dejando su cuerpo atrás.

El profesor Flitwick, era el de la clase de encantamientos.

La profesora McGonagall era siempre diferente. Estricta e inteligente, nos hablo en el primer momento en que nos sentamos, el día de nuestra primera clase.

¿Destinados? (Harry Potter y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora