«Aún no se da con el paradero de Lee Minho y la niña Minatozaki Sana.
Desde el pasado 19 de septiembre, no se ha podido saber absolutamente nada de donde se encuentran estas dos personas: Lee Minho de 24 años y Minatozaki Sana de 8 años. Se dice ver a la niña por última vez dirigiéndose a la residencia de Park Jihyo a llevarle unos postres, sin embargo nunca llegó.
Según la opinión de varios residentes de los alrededores, afirman de él joven Lee asesinó a Sana y huyó después de eso, pero estas son solo una de las tantas especulaciones.
El problema es que no hemos podido encontrar ni una sola pista para encontrar su paradero. Tampoco se sabe si se encuentran con vida o no. Los padres de la niña suplican por encontrar así sea el cuerpo sin vida de su hija».
Y la situación permanecería así. Nunca encontrarían ninguno de los dos cuerpos.
Ahora el rosal es rojo. Es rojo sangre. Permanece con ese vivido, fuerte e intenso color siempre.
Apesar de ya no haber nadie que cuide el rosal, este seguía hermoso e igual como cuando Minho solía cuidarlo. Pero ahora es rojo.
La rosas cada vez que llovía dejaban un gran charco con agua rojiza. Era sangre.
Nadie se acercaba al rosal.
Las rosas goteaban sangre de ellas y si arrancabas uno de sus delicados pétalos o una de sus ramas salían cantidades enormes de sangre de ellas.
Minho siempre estaba allí. Pero no lo veían ni lo sabían.
Lee Minho seguía haciendo que el precioso rosal mantuviera su belleza.
Él seguía con vida alimentando a las raíces de las rosas con su sangre.
Y Sana también permanecía allí. Buscando a alguien más que pueda alimentar el hermoso rosal.
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