Se supone que sería un día tranquilo, un día en el que Madara podía terminar su tarea en paz. Esta era una tarea importante y sabía que en su casa no podría terminarla porque desde hace días que el internet estaba fallando, así que después de la escuela decidió ir a un café donde sabía que podía usar su internet, solo necesitaba comprar una cosa y el pastelillo más barato de ahí igual le gustaba.
Ya se había sentado, había encendido su computadora y le había dado un mordisco a su pastelillo. Todo estaba listo.
Luego una explosión sonó atrás de él.
Él, junto a todas las personas que estaban en el café, vieron como del otro lado de la calle apareció un akuma causando destrozos.
Bueno, cuando el deber llama, el deber llama. Madara apagó su computadora –justo la acababa de prender-, la guardó en su mochila y se fue de ahí, olvidando su pastelillo. El chico de 16 años corrió hasta meterse en un callejón, escondió su mochila detrás de un bote de basura y comenzó a revisar que no hubiera ninguna persona cerca. Por supuesto, la criatura mágica que se ocultaba en su suéter no espero a que le dijera que es seguro.
"No puedo creer que hayas dejado tu pastelillo allá, yo jamás le hubiera hecho eso a un camembert" Madara rodó los ojos.
"¡Plaga garras fu-AAAAA" Antes de que pudiera decir la frase que lo transformara, Madara sintió como fue levantado del suelo y llevado por los aires. Un segundo después, vio como la pared del callejón donde se escondía se derribaba.
Su mochila estaba ahí.
Su laptop estaba ahí.
Lo siguiente que supo Madara es que ya no estaba en el aire, estaba en el techo de un edificio, o, mejor dicho, él estaba en los brazos de Mister Bug, portador del miraculous de la creación, superhéroe de la Ciudad de Konoha y compañero de Madara, pero esto Mister Bug no lo sabía porque sus identidades son secretas.
"¿Estás bien?" Madara... no estaba bien. Estaba siendo cargado por Mister Bug, podía sentir los músculos de sus brazos flexionando debajo de él y sus pectorales casi tocando la mejilla de Madara, todo mientras lo veía con una preocupación genuina. Madara sentía que su cara se ponía roja.
"Uhh" Antes de pensar una respuesta coherente, Mister Bug lo lanzó hacia arriba y comenzó a esquivar los ataques del villano.
Madara fue arrojado hacia arriba y luego estaba en el cielo, y podía ver toda la maldita ciudad desde esta altura, y luego estaba cayendo de nuevo y oh por los dioses, esto se sentía muchísimo mejor cuando tenía súper poderes.
El suelo se veía cada vez más cerca y Mister Bug no estaba a la vista.
"P-Plaga" La criatura negra volvió a salir.
"Tranquilo niño, estoy aquí"
"Voy a transformarme"
"No puedes transformarte aquí ¡Todos van a verte!"
"¡Si no me transformo ahora me voy a morir!"
Plaga volvió a ocultarse y Madara no entendió por qué, pero no le importó. Justo antes decir la frase algo lo atrapó y lo llevó más cerca del suelo, era Mister Bug.
Cuando por fin llegaron al piso, Mister Bug seguía sonriéndole y Madara solo podía verlo. No entendía por qué se sentía así, su compañero superhéroe era un baboso idiota que decía muy malos chistes y juegos de palabras, pero este Mister Bug era... nunca se había dado cuenta que su sonrisa era muy brillante.
"Estás a salvo ahora" Le dijo amablemente.
Madara asintió tímido. Luego se dio cuenta que su mano estaba en el pectoral de Mister Bug y rápidamente la quitó y se bajó de los brazos de Mister Bug quien solo rio. Madara sentía su cara demasiado caliente, lo bueno que estaba de espaldas.
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Crushes de infancia y superhéroes
AdventureSer un superhéroe no es fácil y ser un adolescente tampoco lo es. Pero Hashirama y Madara lo saben sobrellevar. Naruto x Miraculous Ladybug