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HABÍAN LLEGADO AL PRIMER PISO, fue una lucha bajar a Du-Sik por las escaleras, sin embargo lo habían logrado. No se encontraron con ningún monstruo por lo cual fue más fácil llegar. Ahora el grupo esperaba que abrieran las puertas para poder entrar. Eun-Yeong temblaba de pies a cabeza, su cabeza daba vueltas de tan sólo pensar que la persona con la cual tuvo un gran problema iba a estar allí.
Las puertas de abrieron, delante de ellos una gran cantidad de personas los miraban expectantes, analizando a cada uno de ellos.
── Señor Du-Sik. ── Eun-Hyeok se acercó al mayor en silla de ruedas.
Hyun-Soo fue el primero en entrar, Eun-Yeong sin aguantar un segundo más avanzó junto con sus hermano, se acercó a la primera persona que conocía. Ji-Su.
── ¿Dónde... Dónde está el baño?
── Estás pálida, ¿te encuentras bien?
── Si. ── Trago duramente. ── Dime donde esta el baño. ── Ji-Su la observaba preocupada, sin embargo señalo la dirección al baño, Eun-Yeong dejó a sus hermanos con la chica y corrió en dirección al baño.
Una vez lo encontró lo primero que hizo fue respirar, los malos recuerdos empezaban a inundar su mente, escuchó el ruido de una puerta abrirse detrás de ella, entonces pudo verla salir de ahí.
── Pensé que habías muerto, hubiera sido lo mejor.
── Eun-Yo.
Giró y miró a la chica en frente de ella, la observaba de arriba a bajo con una sonrisa arrogante.
── Qué, ¿ver a mi hermano luego de tanto tiempo te puso así? Que idiota.
Suspiró, desde que conocía a Eun-Yo discutir con ella se había vuelto una rutina, una rutina que odiaba.
── Tú que, ¿te comportas de manera arrogante para ocultar tu inmadurez y el pánico que empieza a invadirte?
