Tom Ryddle había nacido en una familia que poco o nada le importaban los lazos afectivos, sus padres unidos en un matrimonio de conveniencia, su abuelo un hombre frío e infame, quizá la única relación de esa familia la tenía con su tío Morfin, quién había terminado por irse, en el momento en que pudo escapar de esa casa de locos.
Su único amigo Harry Potter, el chico que vivía al lado de la vieja casona de su abuelo, el chico era más pequeño de estatura que Tom, pero ambos tenían la misma edad, los dos se hicieron inseparables, su amistad comenzó siendo niños y se fortaleció con el pasar de los años, se hicieron amigos íntimos, cuando ambos ingresaron a la misma universidad, no supieron los cambios tan crueles que esto tendría como consecuencia.
Tom conoció a Draco Malfoy, un chico encantador que estudiaba leyes internacionales, fue un flechazo casi de inmediato, la sonrisa preciosa de ese hombre le calentó el corazón. Se dio cuenta que, aunque nadie le había demostrado afecto, este podía germinar en un corazón árido.
Draco era encantador de mil maneras, inteligente, dedicado, era un hombre culto que le enseño muchas cosas, con Draco podía hablar de literatura, pintura, artes, solían ir a beber café a pequeños pero elegantes restaurantes, lo acompaño a fiestas de su elegante familia y conocía la clase, belleza y elegancia de la que la familia Malfoy gozaba.
Draco Malfoy era sin duda el estereotipo de príncipe azul de cualquier cuento de hadas, aunque Tom no sabía porque razón no habían dado el siguiente paso a una relación más formal. Pero no tardo mucho tiempo en descubrirlo. Si hubiera sido otro el motivo, si hubiera sido otra persona, Tom no hubiera tenido reparos en quitarlo de su caminó.
Pero de todas las personas del jodido planeta, tenía que ser él... Harry James Potter.
—Quiero que conozcas a mi mejor amigo.– Draco llevaba de la mano a Harry. —Tom, él es Harry, mi novio.
Si una manada de elefantes rosas con tutu, hubieran pasado bailando en ese momento a Tom no le hubiera causado un mayor impacto que oír lo que la preciosa boca del hombre del que se había enamorado dejo salir.
—¡Tom!– Harry lucia feliz de ver a su mejor amigo.
—¿Ustedes ya se conocían?– Draco miro desconcertado a Tom que seguía completamente callado.
—Sí... sí.– se aclaró la garganta Ryddle.
Tom trago el nudo amargo de su garganta y miró a ambos que esperaban que dijera o aclarara algo, pero el cerebro de Tom al parecer había dejado de trabajar, apabullado por su corazón roto.
—Tom y yo somos vecinos desde niños, actualmente compartimos piso en el campus.– sonrió Harry con sus preciosos ojos verdes llenos de emoción.
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Apnea.©
FanfictionHistoria DraTomArry. Hasta dónde el amor puede ser dañino. alternate universe (AU)