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Pov Jm

Las horas se me hicieron infinitas pero al fin solo faltaban 15 minutos para las tres, esta vez me tocaba irme caminando y el centro comercial estaba cerca, llegaría puntual.

Cuando llegue al lugar indicado, ahí estaba él, tan apuesto recargado sobre la pared y en una de sus manos sostenía una linda rosa roja.

-Esto es para ti, rubio- tome la rosa entre mis manos y no pude evitar olerla, mis mejillas una vez más se tiñeron de color rojo.

Tomo mi mano entre la suya, era más grande que la mía y la cubría perfectamente. Comenzamos a caminar hacia un lugar sin rumbo, lejos de las personas.

Llegamos a un pequeño parque y nos sentamos sobre el pasto bajo un gran árbol para cubrirnos del fuerte sol.

Estuvimos platicando un largo rato, conociendo un poco más del otro, yo reía sin parar por las bromas que él hacía o contaba anécdotas graciosas.

Para mi el momento ya era mágico, pero lo fue aún más cuando sus labios rozaron los míos, mi corazón se aceleró por la cálida sensación y profundicé el beso pasando mis brazos alrededor de su cuello.

Cuando cortamos el beso, recosté mi cabeza sobre su pecho y él me envolvió entre sus fuertes brazos, me hacía sentir completo y lleno de tranquilidad.

Mis fosas nasales se inundaban de su fragancia tan varonil que desprendía, deseaba quedarme así para siempre, pero todo tiene su fin y teníamos que volver a casa.

Me dejo en la puerta de mi casa y nos despedimos con un tierno beso.

Me dejo en la puerta de mi casa y nos despedimos con un tierno beso

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August- Mini Au KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora