Siete

498 48 0
                                    

LO primero que vemos al entrar es un numeroso grupo de gente en diferentes gradas esperando algo o alguien.
Me abrazo al brazo de mi marido un tanto preocupada y seguimos caminando lentamente en busca de una respuesta a todo esto.
Es una encerrona -comprende Tina mirándonos por un momento-
Sí. Queenie, el árbol genealógico...era un cebo -le da la razón Newt soltando levemente mi brazo- id a por los otros. Tenemos que irnos
¿Qué piensas hacer? -le pregunto tomando de nuevo su brazo antes de dejarlo ir-
No lo sé, ya se me ocurrirá algo -responde él con un diminuto toque de diversión-
Está bien. Ten cuidado. Recuerda que vinimos los dos, y nos iremos juntos -le advierto. Se acerca para besar mis labios prometiendo en silencio y se va dejándome sin palabras. Salgo de mi ensoñación y comienzo a ayudar a Tina en busca de los demás. No resulta tan fácil como pensaba cuando varios magos me hacen una trampa para juntarme con las otras personas. Supongo que estoy obligada a escuchar-
Hermanos, hermanas, amigos, el fabuloso obsequio de vuestro aplauso no es para mí -comienza Grindelwald tras una ola de aplausos- es para vosotros. Hoy estáis aquí porque tenéis un anhelo, y la certeza de lo que antes nos servía ahora ha dejado de hacerlo. Hoy estáis aquí porque anheláis algo nuevo. Algo diferente. Dicen que pidió a les non- magiques. A los muggles. A los nomajs. A los sin magia. No los odio. Pues yo no peleo movido por el odio. Para mi los muggles no son inferiores, sino diferentes. No valen menos, sino que su valor es otro. No son inútiles, sino que son útiles para otros menesteres. La magia aflora solo en seres excepcionales. Les está reservada a los que se entregan a propósitos elevados. Y qué mundo construiríamos para toda la humanidad aquellos que enarbolamos la libertad, la verdad y el amor. Ha llegado la hora de que comparta mi visión del futuro que nos aguarda si no nos alzamos y ocupamos el lugar que nos corresponde en el mundo
¿Pero qué...? -murmuro confusa y asustada viendo una guerra frente a nosotros gracias a un encantamiento-
Eso es lo que combatimos -continua el del pelo blanco- ese es el enemigo. Su arrogancia. Sus ansias de poder. Su barbarie. ¿Cuánto tardarán en volver sus armas hacia nosotros? No hagáis nada cuando oigáis esto. Mantened la calma y reprimid vuestras emociones. Hay aurores aquí, entre nosotros. Acercaos, hermanos magos. Uníos a nosotros. Han matado a muchos de mis seguidores, es cierto. Me encerraron y torturaron en Nueva York. Acabaron con compañeros magos y brujas. Por el mero crimen de perseguir la verdad. Por querer la libertad. Vuestra ira, vuestro deseo de venganza es innato
Belly, cálmate -murmuro de la forma más inaudible posible mientras veía a una chica morir frente a mí por culpa de un auror. No mantengo ninguna expresión mientras veo al "gran mago" acercarse a ella-
Entregad a esta joven guerrera a su familia -les pide Grindelwald. Algunos magos y brujas la toman en brazo guiándola fuera- desapareced. Marchaos. Salid de aquí y haced que se corra la voz. No somos nosotros los violentos
Tranquila. Todo saldrá bien -murmura Newt cuando aparecí entre sus brazos. Grindelwald creó un círculo azul de fuego a su alrededor impidiendo el paso-
Aurores, uníos a mi dentro de este círculo. Juradme lealtad eterna o morir. Solo aquí descubriréis la libertad. Solo aquí descubriréis quiénes sois. ¡Respetad las reglas! Nada de trampas, niños-nos pide él caminando lentamente. Credence entra al círculo seguido de Queenie haciéndome notar un leve dolor en el pecho mientras les veía desaparecer- Señores Scamander. ¿Por cuál muerte creéis que llorará Dumbledore más?
Espero que la tuya -replico apartando una lágrima de mi mejilla con el dorso de mi mano. Él lanza un hechizo pero los dos Scamander no tardan en protegerme-
Grindelwald. Alto -le pide Leta caminando hacia él-
A esta si la conozco. Leta Lestrange -anuncia él yendo hacia su encuentro- despreciada por todos los magos, odiada, vilipendiada y aún así valiente, tan valiente. Es hora de volver a casa
Leta, no lo hagas... -le pido acercándome un poco tratando de impedirlo. Ella me mira una última vez antes de tomar su mano-
Te quiero -le recuerda a su futuro marido antes de lanzarle un hechizo a Grindelwald sin tener la suerte de dañarle pero creando un tornado de magia alrededor de los dos- ¡Marchaos!



JUNTAOS formando un círculo. Clavad las varitas en el suelo -nos indica un viejo señor, que me resultó familiar por algún motivo, a la salida del lugar- o todo París será destruido
¡Vamos! -les pido haciendo lo indicado tras gritar un "Finite". Los demás me ayudaron formando una barrera e impidiendo que el mal dañara la ciudad. No estaba segura de si alguna vez había visto una magia como esta. Finalmente todo quedó en silencio, lo único que se podía llegar a escuchar eran nuestras respiraciones aceleradas-
Queenie... -solloza Jacob haciéndome recomponerme e ir para consolarle. El mundo les quería volver a separar-
Lo siento muchísimo, Jacob... -respondo acariciando su espalda levemente mientras enterraba mi cabeza en su cuello tras ver a los dos hermanos abrazarse a lo lejos- eso es lo malo del amor, deja todo lo demás de lado y pasa a ser el sentimiento más importante. A veces duele, traiciona, o se termina. Pero si es completamente verdadero, os veréis de nuevo
Belly -me llama Newt a un par de metros. Me separo levemente y se me escapa un mohín al ver el escarbato entre sus brazos. Me agacho frente a él y lo acaricio notando que está herido pero me preocupa más lo que lleva en una de sus patas. Levanto la cabeza para verle y él sonríe levemente- un clásico...
Pero aún así le queremos -le recuerdo apoyando mi frente en la suya con una pequeña sonrisa-





A la mañana siguiente nos encontrábamos en Hogwarts.
Miles de recuerdos viajaron a mi mente en ese mismo instante pero volví al mundo real al notar una silueta caminar hacia nosotros.
Dumbledore se encontraba allí.
Newt dió el primer paso para llegar a su alcance y decidí que lo mejor era dejarles hablar a solas.
Levanto la cabeza al notar una mirada en mi por lo que sonrío levemente encontrándome con los ojos de Theseus.
Newt me lo ha dicho -comienza él volviendo a mirar al frente. Yo asiento con la cabeza en respuesta sin saber que decir- felicidades...
Gracias -respondo cruzando los brazos sobre mi pecho volviendo a mirar al castillo-
Lo haces feliz, Isabelle -admite Theseus haciéndome sonreír levemente- sé que no tengo que meterme en vuestra relación ni nada parecido, solo quería que supieras que me alegro por los dos. Parecéis muy felices. No tuve...no tuve porque tratarte así estos años
¿Por qué tienen que pasar catástrofes para que la gente se de cuenta de sus errores? -pregunto hacia la nada volviendo a mirarle- acepto lo que creo que son tus disculpas...con la condición que seas el mejor tío que un niño pueda tener
Creo que alguien espera por ti -señala disimuladamente al frente tras usar un hechizo para quitar las esposas en las muñecas de Albus. Saludo con la manos a los dos chicos y el mayor me indica que les acompañe. Camino hacia ellos y rio levemente ante la bienvenida del escarbato-
¿Le apetece tomar algo? -sugiere Dumbledore-
¿La profesora McGonagall sigue aquí? -respondo enlazando el brazo de Newt con el mío entrando al castillo- me gustaría mucho verla
Estoy seguro de que ella a ti también -me dice con una pequeña sonrisa cómplice guiándonos por el interior. Dejamos nuestro camino de lado cuando la protagonista de nuestra conversación apareció-
Que sorpresa tan agradable -saluda Minerva sin poder tener una sonrisa. Me adelanto para abrazarla sin contener mi emoción escuchando sus reprimendas entre risas. Me sentía exactamente como la cría que fui años atrás en este mismo lugar-



𝐁𝐄𝐋𝐋𝐘 |𝓝𝓮𝔀𝓽 𝓢𝓬𝓪𝓶𝓪𝓷𝓭𝓮𝓻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora