Capítulo 2.

★★2020★★

Habían pasado 3 meses desde  que conocí a Aidan, desde el primer día conectamos muy bien, es una gran persona, es amable, atento, respetuoso y muy divertido, hemos salido casi todos los fines de semana dependiendo de que ninguno de nosotros esté ocupado.

En la mañana recibí una llamada de él invitándome a patinar a una pista, tiene mucho tiempo que no he patinado y creo que sería algo divertido.

-Está bien. -Respondo aceptando su invitación por llamada. -¿A qué hora nos vemos?

-¿Estarás ocupada a las 4 pm?. -Me pregunta

-Mmm, dejame ver. -Es obvio que no tengo nada mejor que hacer pero no puedo acceder tan fácil ¿estamos de acuerdo? -Si, estoy libre a esa hora. -digo y sonrío como tonta detrás de la pantalla.

Aidan suelta una risita. -Puedo pasar por ti... si quieres. -me dice en un tono tímido.

-No te preocupes puedo llegar al lugar sin problema, no creo que me pierda. -suelto una risita. tal vez si pueda perderme de lo distraída que soy pero no quiero que se moleste en venir a mi casa.

-No, está bien, lo haré con gusto. -Dice amablemente. -Puedes mandarme tu ubicación y a las 4 estaré ahí.

-Bien, aquí te espero entonces. Hasta luego Aidan, nos vemos al rato. -Me despido.

-Adiós linda. -Me dice y cuelgo.

¿Me dijo linda? Es la primera vez que lo hace y me emocioné.

Durante el resto del día no pude pensar en nada más que en Aidan, no se que me pasa con él, tengo ganas de verlo pero sé que en cuanto toque la puerta de mi casa querré esconderme debajo de la cama como niña pequeña. Nunca imaginé que seguiríamos conociéndonos después de nuestro encuentro en esa cafetería. Él fue el que me pidió mi número de teléfono primero y pues amablemente se lo dí, se veía buen chico.

Estoy sacando toda la ropa de mi closet, de los nervios mi mente se bloquea, no se que ponerme. Todavía son las 10 am, tengo tiempo de ir de compras.

-Mamáaa. -Grito desde mi cuarto.

Escucho los pasos en la escalera y mi mamá abre la puerta de mi habitación.

-Hola hija, buenos días, amanecí muy bien gracias por preguntar ¿Y tú? -Dice sarcástica.

-Hola mami, buenos días. -Le doy un abrazo. -me alegra que hayas amanecido bien y yo... amanecí, eso es lo importante ¿no? -Digo divertida.

-Nunca vas a cambiar jovencita, siempre tan graciosa. -Dice sarcásticamente mientras niega la cabeza. -¿Y este desorden? -Me pregunta mirando la ropa desordenada alrededor de mi cuarto.

-Necesito ir de compras, no tengo que ponerme. -Digo preocupada.

-¿Para qué quieres más ropa t/n? Tienes demasiada que ya no cabe en tu armario. -Levanta una ceja. 

-Pues... voy a salir con mi amigo Aidan, mamá. -Digo nerviosa  y me volteo para no ver la expresión que hace, la conozco y sé lo que está pensando ahora mismo. -No lo malinterpretes mami, él y yo solo somos AMIGOS. -Le explico resaltando la última palabra.

Un otoño en Nueva YorkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora