El Secreto Oculto de los Nott

Prologo

La lluvia mojaba con suavidad las lapidas de aquel cementerio. La soledad parecía emanar de cada una de aquellas tumbas, y parecía estar cargado de secretos.

Sin embargo, no era así. Un hombre de mediana edad se arrodillo en la tierra, apoyando la mano sobre la lapida. Respiro profundo sin saber muy bien como comenzar a hablar, ya que incluso la persona mas cruel en  este mundo tenia un punto débil. 

Y ella era el suyo. Era su cable a flote, en quien se apoyaba cada vez que maldecía ese mundo en el que habia ido a parar. Sus manos acariciaron con suavidad aquella lapida de mármol donde descansaba su sueño, el amor de su vida. Su mujer. Y la madre de su hijo. Percibió unos pasos que se acercaban y luego se hizo silencio. 

—¿Por qué ella? —El hombre pregunto en voz baja, la sensación de opresión en el pecho no cesaba, ni creía que fuera a cesar en mucho tiempo. —Perdí a mi hija, y también perdí el amor de mi vida. 

—No se siquiera que decirte... Pero tienes que ser fuerte, aun tienes a tu hijo aquí. —el rubio lo miro con tristeza. —El también te necesita. Además, fue mejor que nuestro señor creyera que solo habías tenido un hijo... Ya sabes. 

El hombre asintió, aun recordaba la profecía que habia venido con el nacimiento de su pequeña Adhara y que si llegara a los oídos de los seguidores fieles, podría dar el destino de su hija como sellado. Sabia que el, querría matarla apenas supiese que ella tendría algo que ver con que el cayera, pero cuando sucedió lo de los Potter tanto el como su mujer se habían relajado. 

—¿Dónde dices que la entregaste? —pregunto con interés. —Quizás deberías buscarla, es lo que ella querría. 

—Esta en el mundo muggle, aunque quisiera buscarla ya se habría ido, o la adoptaron. —hablo el hombre con la mirada perdida en la nada. —Ya la perdí... 

Suspiro unos momentos antes de levantarse para acariciar la tumba en donde se veía el nombre de: Katherine Adhara Rosier.  Dejando allí también enterrado una parte de su vida.