Parte Única

349 49 11
                                    

Zoro y Sanji tienen una relación que no saben cómo definir, son todo y nada a la vez.

Desde el momento que se conocieron sabían que su relación era diferente a cualquiera que hubieran tenido antes con cualquier otra persona.

En un momento pueden pelear por hasta la más tonta de las cosas.

Las peleas pueden ser iniciadas por Sanji.

-Te atreviste a beberte todo el sake verdad alga apestosa- El rubio cocinero del barco procede a patear al susodicho.

-Pero si para eso está, para beberlo no tenerlo de recuerdo cocinerucho- Bloquea el golpe con su Katana y devuelve otro golpe.

-Pero no para que te tragues todo en un mismo día Kuso-marimo.

Proceden a pelearse hasta ser detenidos por una furiosa Nami que ya no tolera los gritos de ambos.




O iniciadas por Zoro.

-Nami-Swaaaan, Robin-Chwaaaaan- el cocinero a bordo corre hacia sus damas- Mis bellas damas aquí esta su esclavo del amor, sus deseos son órdenes.

-Sanji-kun un jugo de mandarinas es perfecto para un clima como este- Dijo la pelinaranja. A lo que el cocinero corrió para cumplir su mandato.

El peliverde que estaba cercas chasqueo irritado de la "absurda" actitud de su nakama.

-Idiota- Menciono el espadachín.

Al escuchar el insulto el rubio se detuvo y encaro a su nakama.

- ¿Que dijiste Marimo?

-Dije que eres un idiota, haciendo todo lo que esa arpía te dice, eres un perro faldero.

-Por su puesto que hago todo lo que ellas me dicen, no entiendes que yo nací para servir a las mujeres y amarlas incondicionalmente.

-Y eso es lo que te hace un idiota, no te importa como te traten o utilicen siempre estas sonriéndoles como tarado y girando a su alrededor.

-Los hombres que no perdonan los pequeños defectos de las mujeres, jamás disfrutaran de sus grandes virtudes.

-Sabes bien que eso es inútil, tu NUNCA disfrutaras de las virtudes de las mujeres no importa cuánto lo intentes.

Ante esas palabras el rubio se sintió atacado y aunque su espíritu le dictaba proponerle una patada al idiota de su nakama, decidió retirarse de la pelea para seguir su trabajo de llevarle su merienda a Nami y Robin, porque sus damas valían más que cualquier insulto que pudiera decirle el kuso-marimo como solía decirle.

-Nunca lo entenderías Marimo

-No crees que fuiste muy rudo con él, espadachín-san

El peliverde solo miro a su pelinegra, dio media vuelta y se fue.


Pero también hay una fuerte relación de camaradería

-Protégela por mi- El rubio miro a Zoro mientras cargaba a su hermosa Nami-swan que se encontraba desmayada por un ataque sorpresa del enemigo, y es que aunque el desearía poder defenderla con su propio poder sabia que en estos momentos no podía, la persona con la cual estaba peleando tenia cierto rencor hacia su persona, confiaba que el espadachín podría resguardarla en un lugar seguro, confiaba que podría protegerla casi como lo haría el mismo.

-Después de que acabe contigo matare a todos tus nakamas y por fin podre obtener mi venganza contra ti, destruiré todo lo que tú has amado.

-Si llegas a tocar un solo cabello de mis damas te mató.

La pelea culmino con la inevitable victoria del rubio Mugiwara.


Y hay un tipo de relación que ninguno de los dos se puede explicar cómo es que sucede con cada vez más frecuencia

-Se supone que esto no volvería a suceder Kuso-Marimo – Mencionó el rubio.

-Cállate Cejas de remolino- El peliverde procede a tocar el abdomen de su nakama.

Besos van y vienen, conocen de memoria cada parte del otro, saben donde hacer sentir bien al contrario y por ello intentan explorar al máximo porque no quieren desaprovechar la oportunidad de escuchar los gemidos del contrario, solo escuchar ese exquisito sonido hacen que se les erice la piel, el sentir aquel suave tocar, manos cayosas, manos suaves, cuerpos sudorosos, cuerpos duros y rígidos, esa sensación de ser atrapados, de hacer algo prohibido.

-Pero lo prometimos ahhhh – Recuesta su frente en el hombro del espadachín al sentir la excitación de ser tocado en sus puntos sensibles, ama esa sensación.

El peliverde que se encontraba en su punto máximo de excitación decidió besar a SU rubio/nakama para callarlo y continuar con aquella adictiva actividad, nunca lo admitiría frente al rubio, pero eso que tenían, esa sensación de tener lo que nunca nadie podría tener, tenerlo entre sus brazos y hacerle todo lo que quisiera, verlo perderse en su sentir, jadeante y perdido en el placer, con su vista desenfocada y su cabello revuelto, todo aquello le hace sentir como nunca se había sentido, el rubio se hacia llamar un amante de las mujeres pero nunca más podría amar a una tanto como ama lo que hacen en secreto todas las noches de vigilancia del rubio, así como el sabe que esto que comenzó por un error de borrachos ha sido el mejor error que ha cometido.

Desde aquella noche de borrachera hay una pregunta que ronda en sus cabezas ¿Que somos?

¿Son amigos? Esa sería una definición muy ambigua para ellos, se supone que los amigos no tienen una relación como la de ellos.

¿Confían el uno en el otro? Si, si lo hacen, tanto que si su vida esta en manos del otro no dudarían que saldrían bien librados

¿Se odian? No se odian, pero si tienen reproches sobre la actitud del otro. Zoro odia lo caballeroso y su extravagante forma de demostrar su "amor" por las damas de Sanji y Sanji odia la forma en que el peliverde trata a las mujeres, la forma en como no le importa nada mas que el sake y las espadas.

¿Se aman? Esa es una pregunta que ellos mismos tendrían que responder, pero que ninguno tiene la respuesta.

Ellos son Nakamas, Nakamas que por una y otra razón terminaron por conocerse muy bien, conocen cada parte del otro, desde su alma hasta su cuerpo

Entonces, ¿Que somos?

Es la pregunta que no tiene respuesta o tal vez si, solo que se niegan a responder. Porque en cada beso que se dan gritan lo que callan entre jadeos.

Buenos días, tardes, noches a todos <3

Espero lo estén pasando de lo mejor, aquí vuelvo con otra historia ZoSan.

Estaba insegura en subirla porque tengo tiempo sin subir nada 😬

Espero les haya gustado 🤭

¿Qué somos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora