No puedo olvidarte... (Lysandro x Armin) CDM

𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 𝟏

—"Príncipe de Valaquia durante el siglo XV, la inusitada crueldad de que hizo gala durante su gobierno dio pie a una leyenda diabólica que pasó a la literatura de la mano de Bram Stoker."... Interesante.. — Armin leía atentamente el artículo relacionado con el conde Drácula, pues había recibido de las manos de Nathaniel un libro que hablaba sobre ello, aunque para él no era muy interesante la lectura, esta vez logró llamar su atención, ya que recientemente había otro caso en el que se manejaba el mismo problema que con el Conde Drácula en su tiempo, parecía realmente extraño, pero no era ni el primero ni último caso que recibía, algo le decía que estos casos continuarían.
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[Semanas antes]
Armin salía de casa como normalmente lo hacía, trabaja para la policía, también para una de la organizaciones de espionaje y era uno de los espías más buscado por grandes empresas  que solicitaban su ayuda para resolver varios casos, sí, era un espía e investigador, le gustaba lo relacionado con ello, después de todo, podía hasta hackear computadores de los gobernadores para saber más sobre los casos sin resolver desde hace más de una década.

Alexy estaba totalmente en desacuerdo con la decisión que había tomado, Armin corría mucho peligro, sin embargo para el castaño no era lo que más importaba en ese momento.

Llegó a su trabajo, Nathaniel lo estaba esperando con una pila de casos sin resolver, Armin suspiró.
— No me digas que...
— Pues déjame decirte que sí, sabes que eres el único que puede ayudar con este tipo de casos, ¿Podrías echarle un ojo y volver a mi oficina después?— Nathaniel sonrió breve, Armin no podía negarse, no cuando lo casos seguían aumentando.
— ¿Sabes? Ser programador de videojuegos era muchísimo más fácil que esto. — Nathaniel río y volvió a dónde se encontraban los demás papeles.
Armin por su parte tomó los papeles para ir a su oficina y darles un pequeño vistazo. Aún sin saber cómo, las víctimas seguían teniendo el mismo tipo de asesinato. ¿Quién tenía un corazón tan podrido como para terminar con la vida de una persona de esa manera?

Parecía que el asesino tenía un tipo de transtorno o algo parecido, después de todo, lo que estaba haciendo no daba señal de que estuviera en buenas condiciones. ¿Y si el Conde Drácula había vuelto? Tendría un poco más de sentido, aunque claro, simplemente era un relato del autor Bram Stoker, eso no podría ser real, ¿O si?

Tras analizarlos y revisar los detalles, una fuerte discusión se escuchó a lo lejos, Nathaniel parecía gritarle a alguien afuera y esa persona no pensaba dejarse en absoluto. No iba a meterse hasta que escuchó su nombre, ¿Era por él? ¿Algún problema con un caso? O poco peor, alguna de las chicas que coquetaban con él tenía novio y ahora lo buscaban por eso.

— “He dicho que vengo a buscar al señor Kennan, el detective. ¿Tan difícil puede ser hablar con él?”
— Mire señor...
— “Ainsworth, Lysandro Ainsworth”
— De acuerdo, mire señor Ainsworth... Nuestro detective tiene mucho trabajo por ahora y no puede recibirlo. De hecho, todos en la comisaría tenemos trabajo.
— “ Por favor.. Mi prometida está desaparecida.. No me es posible encontrarla por ningún lado. He llamado a casa de sus padres, he buscado en hospitales, he hecho todo lo que está en mis manos para encontrarla, el señor Armin puede ayudarme, yo sé que sí...”—

Armin soltó un suspiró y salió decidido a hablar con aquella persona. Parecía tener buenos modales, pues en este momento de "enfrentamiento", jamás uso los insultos como la mayoría de las personas que llegan a su trabajo.

— Ah, señor Kennan, ¿Podría ayudarme a buscar a mi prometida? — Nathaniel alzó los hombros un poco y Armin negó con la cabeza soltando un suspiro. No podía negarse, veía como aquel joven de cabellos blancos buscaba ayuda hasta con la mirada.
No, no era la primera persona que solía hablar de esta manera, muchas veces escuchó ese tono de voz.

— Déjalo pasar, Nathaniel. Es necesario hacerle un par de preguntas y realizar la búsqueda inmediata. — Nathaniel asintió y lo dejó pasar. Lysandro le agradeció y fue directamente a dónde estaba Armin, aquel lo invitó a pasar a su oficina, claro, tendría que esperarlo en lo que buscaba el formato.

—" Suele tener un aire distinto a los demás.. probablemente son sólo cosas mías.." — Pensó para si mismo mientras extraía de un cajón las hojas necesarias para dar inicio a la búsqueda.

— Muchas gracias, detective Kennan. Lamento interrumpirle, pero me gustaría que usted me ayude con la búsqueda de mi prometida. Ya hice varias llamadas, búsquedas por los alrededores y lamentablemente no tengo noticias de ella. No pudo haberme abandonado, faltaban unas semanas para casarnos..— Lysandro llevó sus manos a su rostro, tratando de ocultar su frustración al momento. Armin escuchaba atento, entendía la desesperación de Lysandro en ese momento, sin embargo, no podía dejarse llevar por sus emociones.

— Escuche, señor Ainsworth, me gustaría..
— Lysandro, llámeme Lysandro.— lo interrumpió. Armin asintió, estaba perdiendo un poco la paciencia.
— Escuche, Lysandro. Lamentablemente no podemos darle mucha prioridad a este caso, tenemos quince casos más sin resolver en lo que lleva este mes, no puedo dejarlos de lado y darle prioridad a su prometida. Pero prometo que si usted me da detalles de la señorita.. eh, ¿Mencionó su nombre? — Lysandro negó con la cabeza. Su rostro reflejaba paciencia, no tenía intenciones de alterarse por ello.
— Victoria, Victoria de Ainsworth.. — El tono de su voz era más bajo y calmado que antes. Cómo si quisiera romper a llorar. Armin anotó el nombre de la señorita De Ainsworth en la hoja, continuó con las preguntas.

— ¿Cuándo fue la última vez que la vió? — Lysandro hacia memoria, no recordaba cuando había sido la última vez que se vieron. Tenía serios problemas para recordar.
— Hace unos días, no recuerdo.

— Tiene que ayudarme con esto, de lo contrario no podemos dar inicio a la investigación.

Lysandro suspiró y asintió, tenía muchas cosas en mente, pensar le sería complicado.
— Hace dos o tres días. La última vez que la ví vestía ropa de época victoriana. Hubo una fiesta en mi casa, para celebrar nuestro compromiso.— Armin anotaba lo necesario. Pequeños detalles podrían hacer grandes diferencias.
— ¿La señorita Victoria salió de su casa sola? — Lysandro negó.— Se retiró con sus amigas, cada una tomó su rumbo y no supimos más. Si se pregunta el porqué no pude acompañarla, fue precisamente porque ella me pidió irse con sus amigas. Claro, es mi culpa que ella no aparezca. No fue nada caballeroso de mi parte.
— Lysandro, no es culpa de nadie, simplemente son cosas que suelen suceder a menudo. Tal parece que hay un asesino en serie y.. no, no tendrá malas noticias. Prometo que encontraremos a su prometida sana y salva. — Lysandro asintió con la cabeza. Agradecía el hecho de que pudiera ayudarle a encontrarla. No quería perder al amor de su vida.— Muchas gracias, señor Kennan.
— Llámame Armin.

Ambos sonrieron. Este caso podría no ser diferente al resto. El horario de las demás víctimas y el de Victoria coincidían. No hablaría de esto con Lysandro, tenían que investigar más.
— Agradezco que haya tomado el tiempo de recibirme. Estoy seguro de que hará un gran trabajo, Armin. — Lysandro tomó su mano y depositó un beso tierno en el torso de esta. Armin se sorprendió, su rostro enrojeció y claro, comenzó a temblar un poco. No sabe a qué se debe, quizás los nervios lo están delatando.

— Lo mantendré informado.— Comentó, Lysandro agradeció una vez más y salió de la oficina de Armin. Él se dejó caer sobre la silla, sentía como el ardor en sus mejillas volvía. No esperaba una reacción de ese tipo. Simplemente no esperaba tener que lidiar con alguien como él. Tan caballeroso, amable y atento.

Nathaniel abrió la puerta, miró a Armin desconcertado y río.
— Estoy seguro de que no fueron sólo preguntas. ¡Pasó algo más! — Armin volteó a verlo y lanzó una hoja que había hecho bolita. No estaban para bromas, pero es cierto que se sentía extraño.

— Lo siento. Hay buenas noticias o al menos eso parece. — Armin tomó sus cosas. Sabía que esto era sólo el inicio de lo que se venía más adelante.