Un ultimo adiós | Larissa x Morticia

Capitulo 1

Esa suave brisa que entraba por la ventana del tren. Ya casi llegaba a la estación. Había pasado muchísimo tiempo desde que había estado en Jerico. Estaba emocionada por haber vuelto, aunque mi mente estaba centrada en otra cosa...

Después de unos minutos el tren se detuvo y los pasajeros comenzaron a bajar. Agarre mis maletas y baje a la plataforma. El uber que me llevaría me estaba esperando ya, así que me apresuré a subirme

Poco a poco pude ir vislumbrando la enorme reja con la palabra "Nevermore" en grande. El conductor se estacionó y yo bajé. Habían varios alumnos conversando o paseando, el uniforme no había cambiado mucho. Aunque la escuela estaba muy bien cuidada

Entre y me dirigí a la secretaria. Todo seguía estando en su lugar, por lo que me sabía el camino de memoria

-Buenos días, soy Morticia Frump, ocuparé el puesto de profesora de historia - me presenté a la secretaria

-Señorita Frump, un placer conocerla. La directora le dará todo el papeleo necesario, por aquí por favor - dijo indicando que la siguiera

Me guío por las escaleras y un pasillo largo hasta llegar a una habitación con grandes puertas

-Espere aquí por favor, le avisaré a la directora

-Esta bien, gracias

La mujer entró después de tocar la puerta y me quede afuera. Investigaba todo a mi alrededor hasta que repare en una pequeña placa de metal con las palabras "directora Weems". Sentí como perdí el equilibrio por un momento. Esto era una coincidencia verdad? No podía ser ella

-La directora la recibirá ahora, con permiso - dijo retirándose rápidamente

Me costó un minuto recuperarme. Empuje la puerta para encontrarme cara a cara con la mujer y descubrir que no era una coincidencia. Era irreconocible ese cabello blanco y la piel pálida. Los hermosos labios rojos y esos ojos azules que me miraron cuando ella levantó la vista de sus papeles. Estaba igual de sorprendida que yo. Nos miramos por unos minutos hasta que se levantó de su silla y se acercó a mi, lentamente. Su figura tan alta y esbelta, me parecía imponente

-Hola Larissa - dije sonriéndole inconscientemente

Se inclinó un poco y me abrazó fuertemente. Rápidamente correspondí y oculté mi rostro en su cuello. Sentí como mis ojos se llenaban de lágrimas. 32 años... y seguía sintiendo que abrazarla era la mejor sensación

-Te extrañé mucho - susurró

-Y yo a ti - dije aferrándome a su cuello

Nos separamos sin dejar de sonreír y volvió a su asiento. Yo me senté en una silla frente a su escritorio

-De todos los candidatos para este puesto, tu eras en la última en la que pensaría - dijo riéndose

-Cambie de carrera y decidí que sería maestra -

Larissa solo asintió y me entregó varios papeles para que me pusiera al corriente con los temas

-Felicidades, dormirás sola - dijo cuando ya estaba dispuesta a irme

-Tu con quien duermes?- pregunte

Antes de que pudiera responder tocaron la puerta con desesperación

-Adelante - dijo Larissa

Una mujer con unos ojos verdes y cabello castaño en un moño alborotado entro en la habitación con la mirada puesta en un libro

-Lar, perdón por la interrupción pero hay un problema con la clase de último año - dijo todavía sin levantar la mirada

Larissa carraspeó para llamar la atención de la chica que cuando levantó la mirada dejó ver unas pecas poco visibles. Dirigió su mirada a mi e inmediatamente volvió la mirada a la directora, como si lo estuviera confirmando

-Morticia? - dijo acercándose

-Hola Lexa - respondí con una sonrisa

Rápidamente me abrazo y empezó a examinarme

-No te reconocí...- dijo sorprendida- qué haces aquí?

-Soy la nueva profesora de historia-

Me sonrió cuando de pronto Larissa atrajo nuestra atención

-Ahí está mi compañera de habitación - dijo con una sonrisa burlona

-Así es. Bueno, creo que las dejaré, lo arreglamos después Weems - dijo para salir de la oficina

-Ve a instalarte a tu habitación Morticia, tus clases empiezan mañana - dijo después de un rato

Asentí a agarre mis maletas para ir hacia mi cuarto. Cuando abrí la puerta Larissa me llamó

-Morticia-

-Dime- conteste girándome para verla

-Me alegra volver a verte- dijo sonriendo

-Lo mismo digo Lari- respondí devolviéndole la sonrisa para irme de la oficina