Uno Corto ~Harry Potter~ +18

George Weasley

La luz del atardecer se filtraba a través de las ventanas de la sala común de Gryffindor, pintando el lugar con tonos cálidos y acogedores. George Weasley se encontraba sentado en un cómodo sofá, mirando pensativo el fuego que ardía en la chimenea. Sus ojos se posaron en TN Lupin, quien estaba sentada en el otro extremo del sofá, leyendo un libro con concentración.

Aunque el ambiente era tranquilo, el corazón de George latía con fuerza. Desde hace tiempo, sentía algo especial por TN, algo que no podía expresar con palabras. Era como si ella hubiera sido capaz de robar un pedacito de su alma y llevarlo consigo a donde quiera que fuera.

Después de reunir valor, George se acercó a ella, sintiendo el nerviosismo burbujear en su estómago. "TN, ¿puedo sentarme a tu lado?", preguntó tímidamente.

Ella levantó la mirada del libro y le sonrió dulcemente. "Claro, George. Siempre puedes hacerlo".

El corazón de George dio un vuelco mientras se acomodaba a su lado. Casi sin pensarlo, su mano encontró la de TN y la acarició suavemente con el pulgar. Ella no se apartó, en cambio, entrelazó sus dedos con los suyos.

"¿Sabes?", dijo George con voz suave, "desde que te conocí, todo ha sido diferente. Eres como un rayo de luz en mi vida, haciéndola más brillante y emocionante".

TN miró a George a los ojos, con una chispa de afecto en los suyos. "Tú también has traído mucha alegría a mi vida, George. Eres una de las personas más especiales que he conocido".

La cercanía entre ambos se hizo aún más palpable, y George sintió que el mundo entero se desvanecía a su alrededor. Solo existían ellos dos, compartiendo un momento de conexión profunda y sincera.

George acercó su rostro al de TN y, con un latido entrecortado, rozó sus labios suavemente. Un gesto lleno de ternura y cariño, expresando lo que las palabras no podían.

Fue un beso breve pero significativo, que selló un sentimiento que ambos habían estado sintiendo en silencio. No había necesidad de palabras, porque en ese momento, sus corazones hablaban el mismo idioma, el idioma del amor.

El atardecer se convirtió en noche, y George y TN se quedaron juntos, compartiendo risas y secretos bajo la luz de las estrellas. En ese momento, supieron que habían encontrado algo especial, algo que valía la pena proteger y cuidar.

Desde entonces, George y TN se convirtieron en inseparables, enfrentando juntos los desafíos que la vida les presentaba. Su amor floreció y creció con el tiempo, convirtiéndose en un lazo indestructible que nadie podía romper.

Y así, en medio de risas, bromas y momentos tiernos, George Weasley y TN Lupin encontraron su felicidad juntos, demostrando que el amor puede florecer en los lugares más inesperados y en los corazones más valientes.