Una noche Inolvidable

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Me despierto sobre saltada y sudando miro la hora en la pantalla del teléfono viendo que tenía un mensaje de Pietro desbloqueo el teléfono metiéndome en su chat en el ponía
-Buonanotte carina(Buenas noches bonita)
Me encanta cuando me habla en Italiano le cambia el tono de voz
Me levanto de la cama quitando las sábanas sudadas para poner otras limpias para después meterme en la bañera llena de abundante espuma me escurro apoyando la cabeza en la bañera cierro los ojos relajándome, al cabo de los quince minutos un ruido me hace salir de la bañera me pongo el albornoz cojo lo primero que pillo para defenderme salgo del baño encontrándome a Pietro en mi cama mirando por donde había entrado por la ventana tendría que quitar la escalera esa de hay
–¡Joder Pietro que susto me has dado!
–¿Que te pensabas que era?
–Me pensaba que había entrado un ladrón
–Pues muy bien no te ibas a defender así con esas tijeras y vestida así –dice medio riéndose
–Lo primero es lo primero que he pillado y lo segundo era esto o una toalla
–Me hubiera gustado más la toalla–dice con deseo
–Pues eso lo vas a ver en tus sueños además no deberías entrar así a una casa de una chica o de alguien
–Ya lo se pero cuando se trata de la chica que me gusta entraría de mal y unas formas –dice levantándose de la cama donde estaba echado hacia atrás apoyándose en sus codos
Yo retrocedo al ver que se acerca bastante
–Deberías de marchate ya -digo intentando sonar muy segura
–¿Por qué? ¿acaso no quieres estar conmigo? –dice acercándose más
Ya no podía retroceder más ahora estaba entre la pared y su cuerpo intentaba mantenerme serena y segura pero las piernas y mi voz me traicionarian sin previo aviso el empieza a besarme el cuello un gemido involuntario sale de mis labios me coge de la cintura haciendo que enrede mis piernas a su cintura me acuesta en la cama aparta un poco el albornoz para besar mi estómago para bajar a mi centro.
Me meto en el baño para vestirme cuando salgo del baño Pietro aún no había ido
–¿Por qué sigues aquí?
–Tenía que hacerte una propuesta
–¿Cuál? –digo sentandome en la silla de mi escritorio
–Vayamos a Italia ahora mismo.

Solo en mis sueños Donde viven las historias. Descúbrelo ahora