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Nobita junto con Dorami se dirigían hacia la panadería. El azabache propuso que podrían usar los gorrocopteros pero Dorami se negó, según ella Nobita debería comenzar a hacer más ejercicio.

Ambos caminaban nos sin antes avisarle a mamá que saldrían.

"Y bien Nobita" habló la robot.

"Umh... ¿Qué?" fue la respuesta del contrario. Dorami suspiro.

"Pues... ¿Cómo estás? ¿Estás listo para el regreso a clases?" más que nada Dorami quería que el azabache respondiera la última pregunta.

"Oh, eso. Pues como tiene mucho que no haz venido por acá... Mmh... No a pasado nada interesante" pauso por un momento. "Y bueno... respecto a lo del regreso a las clases, estoy algo nervioso" Dorami sonrió ante su respuesta de su segunda pregunta.

"Es normal Nobita" trató de consolarlo.

Mientras tanto la madre de Nobita se dirigía a la habitación del niño, tenía que limpiar y aprovechando que la casa está sola pues que mejor.

Tarareaba una melodía mientras limpiaba el piso con la aspiradora. Llegó el momento de limpiar los muebles y así continúo.

"Mamá" la voz de cierto gato azul hizo que se diera la vuelta, estaba asomándose por la ventana.

"Umh... Doraemon" Tamako pensaba que tal vez encontró al Nobita y a Dorami en el camino. Al parecer no fue así.

"Nobita salió hace como una hora, iba con Dorami" habló y después continúo con su trabajo. Aún le faltaba limpiar las demás piezas de la casa.

"Está bien" al robot aún le sorprende ese sexto sentido que tienen las mamás. Estaba por preguntarle. Después de escuchar y ver cómo la señora de lentes se disponía a continuar con su labor el robot se disponía a buscar a Nobita y a su hermana pero antes de salir se percató de cierta versión pequeña de su hermana menor.

La tomo y la guardo en su bolsillo, ya en el camino escuchará lo que dice el artefacto. "Iré a buscar a Nobita" hablo para que Tamako lo escuchará, recibiendo un 'si' por parte de ella.

Sacó un gorrocoptero de su bolsillo y se elevó por los aries. "Mmh... Ya veo" había terminado de escuchar el audio que le dejo su hermana.

"Dorami te admiras de mi y a veces haces cosas similares a las que yo normalmente haría" murmuró, le parecía divertido que su hermana sacará ese lado.

Ella siempre era elogiada por ser tan perfecta, podría decirse que sus habilidades de crianza y su personalidad en general eran similares a las de Pawaemon el robot prodigio que anteriormente no se llevaban bien pero actualmente no era así.

Doraemon sonrió.

"Bien un poco más y casi llegamos" habló Nobita dando una vuelta a cierta cuadra del barrio.

"Si no fuera por ti definitivamente me perdería entre tantas vueltas y cruces" comentó la robot mirando al azabache.

Nobita no pudo evitar soltar una pequeña risa ante ese comentario. "Nah... No te preocupes por eso, es entendible" dentro de su mente surgía la idea de que bien podían usar la puerta mágica o los gorrocopteros, aún así no está mal caminar un poco. A esa conclusión llegó al final.

"¡Ey! ¡Nobita, Dorami!" un grito proveniente de arriba hizo que ambos se asustarán un poco, incluso brincaron del susto.

"Doraemon" ambos hablaron al ver cómo el gato robot descendía de las alturas y también un poco más tranquilos.

"¿Puedo acompañarlos?" preguntó al sentir sus patas redondas tocar el suelo.

"Pero si ya estás aquí" respondió el azabache.

"Bueno... Preguntó por si no quieren" reprochó.

"En eso tienes razón" Nobita miro a Dorami. "Bueno vamos" Ambos robots asintieron.

5 minutos después los 3 se encontraban a las puertas del establecimiento.

"Esperen aquí" Dorami entró, estaba muy feliz definitivamente quería comprar ese pan de melón, ya que es una edición limitada.

"¿Deberíamos entrar o esperamos aquí afuera?" el azabache preguntó mirando a su amigo mientras se recargaba en la pared del lugar.

"Entremos" respondió el azulado.

El lugar era muy pequeño pero también muy encantador, Nobita se quedó mirando algunos postres que estaban en exhibición.

"Es una lastima que no haya cargado nada de dinero, estos postres se ven deliciosos" se decía aún con la mirada en la repisa de cristal.

Mientras tanto Doraemon y Dorami compraron. Si, a última hora Doraemon compró unos dorayakis.

Ambos robots junto con Nobita salieron del lugar.

"Ten, toma Nobita" Doraemon ofrecía uno de sus dulces. "Ví que estabas viendo los postres, tal vez no sea lo que querías..." fue interrumpido por el azabache.

"Muchas gracias amigo" Nobita tomó con alegria el dulce que el robot le estaba obsequiando.

Dorami miraba la escena con mucha ternura. "Ten toma Nobita" ahora ella ofrecía un pan de melón.

No es que quería quedarse atrás respecto con su hermano, más bien sería algo grosero que solo Doraemon ofreciera sus pastelillos y ella no.

"Muchas gracias a los dos" Nobita estaba más que feliz.

En algunas ocasiones pensaba que no era especial, pero solo a veces tenía esas ideas en su cabeza. En estos momentos el azabache era el centro de atención de dos robots que se encontraban enfrente de él.

El regreso de la niña de los zapatos rojos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora