Prólogo

4.1K 482 74
                                    

Harry desde muy pequeño supo que era diferente, que era especial, que su llegada al mundo tenía un propósito, uno grande.

Nunca hizo caso de los comentarios de sus tíos, la sola idea que compartía sangre con ellos le daba repugnancia, los considera desagradables, de la peor clase de escoria. Pero la vida es injusta y fue la suerte que le tocó, aprendió rápido a tratarlos, a entender cómo funcionaban, que resultaba mejor que estuvieran contentos, que si la cena estaba lista antes de la hora límite la probabilidad que su tía le permitiera alimentarse era más alta, nunca quejarse y mantener la casa limpia, jamás pelear con su primo, ni mucho menos sobresalir en clase.

Lo confirmó una tarde que su tía enojada intentó cortarle el cabello, a diferencia de ella, a él si le gustaba el desastre que lo componía, pero no pudo evitarlo, grande la sorpresa cuando al día siguiente su cabello había recuperado el largo perdido, ahí lo sospecho. Lo de hablar con la serpiente en el zoológico fue un poco un accidente, que saliera en mitad de la noche al parque a comprobar si podía repetirlo, eso sí fue provocado.

Recibió la carta de Hogwarts cometiendo el error de dejar que su primo la viera, pero ni todo lo que sus tíos intentaron después impidió que acabara en el callejón Diagon comprando su material de estudio.

Descubrir que era un mago no le sorprendió, sabía que en su venas había algo corriendo además de sangre, aun así fingió estarlo, fingió temor ante lo desconocido, felicidad e inocencia. Ese día conoció el banco Gringotts, agradeciendo que sus padres le heredaran dinero, a esa edad ya tenía claro que el dinero constituía uno de los pilares de la sociedad.

En el callejón Diagon compró su primera varita, consiguió una mascota, le revelaron por fin lo que ocurrió el fatídico día que murieron sus padres y declaró que de alguna forma se las arreglaría para que el chico rubio en la tienda de túnicas fuera suyo.

El día del viaje a Hogwarts debe aceptar que estaba asustado, no conocía cómo llegar al andén, al final quedó el problema solucionado. Esa mañana tomó una decisión difícil, rechazo la amistad del rubio, pero dio inicio a la actuación de Harry Potter.

El sombrero seleccionador dudaba la casa en la cual colocarlo, si Gryffindor o Slytherin, en su poca experiencia ya conocía los prejuicios hacia la segunda casa, por el bienestar de sus objetivos pidió que lo colocaran en la primera.

En su primera semana en Hogwarts comprendió con exactitud lo que esperaban de él, en quien querían que se transformara y como utilizarlo a su favor. Fueron obvias la intenciones del director de convertirlo en el mártir de guerra, un héroe dispuesto a sacrificarse por el bien mayor, pero Harry no era un héroe, tampoco un villano, solo era alguien con objetivos claros, y dispuesto a todo por conseguirlos.

La rivalidad creada con Draco, que se inauguró en el tren, resultaba divertida, esos momentos de peleas eran cuando el chico mostraba emociones reales, no fingidas, no actuadas como las del propio Harry.

Fingió bien durante ese primer año, metiendo las narices donde no debía, colaborando a forjar la falsa imagen del niño que vivió. No considero necesario rescatar la piedra filosofal, pero tampoco deseaba que Voldemort volviera, no aún, no cuando aún era un niño que apenas conocía la magia, necesitaba prepararse, aprender, poder defenderse.

A final de año la sonrisa en el rostro de Dumbledore le decía a Harry que su actuar fue el correcto, y Harry mantendría la farsa hasta el momento indicado.

Para el segundo año fue un inconveniente que lo creyeran el heredero de Slytherin, pero aprovechó la situación, estudió a las personas y su falsa lealtad, lo fácil que era cambiar las opiniones y quizás agarró gusto a que le temieran. Por segunda vez le tocó intervenir y ser el salvador, conoció a Voldemort, a su versión joven y decretó que tendría que morir.

Dumbledore no lo notaba, tan cegado en crear a la criatura perfecta.

En tercer año perdió un poco la paciencia, hizo algunas cosas estúpidas, pero lo pudo solucionar, Peter Pettigrew a quien lo de rata le queda perfecto era ayuda e impedimento, dejo que todo siguiera su curso, no lo delató y permitió que escapara, como recompensa conoció a su padrino, decidiendo si resultaba alguien de utilidad en su vida.

Y a finales de cuarto año no llegó a un acuerdo con Cedric para agarrar la copa, en su lugar apareció solo en el cementerio. Cuando Voldemort salió del caldero fue el instante en el que la historia tomó el giro correcto. Harry no gritó, no pidió ayuda, no hizo ninguno de los movimientos que los presentes esperaban, tampoco rogó por su vida. En cambio se arrodillo por lo que sería la primera y última vez ante Voldemort, luego levantó la cabeza con cuidado, habló en Parsel y le propuso a Voldemort un trato.

Así que no regresó al colegio con un cadáver, ni anunciando el regreso de Voldemort, esa noche lo nombraron campeón de Hogwarts y hubo una gran celebración. Más tarde en secreto le contó a Dumbledore del retorno de Voldemort.

Solo Voldemort y Harry sabían la verdadera naturaleza del trato, ni los mortifagos, ni Snape que Harry tenía la certeza era un doble espía, esto no lo mencionó a nadie, esa información le podría ser útil en el futuro. Para los mortifagos presentes en el cementerio Voldemort perdonó la vida de Harry, para Dumbledore Harry se defendió y escapó.

En quinto Harry decidió que necesitaba aliados, le contó a su Padrino quien con cada palabra le miraba dudoso y quizás con temor, el hombre entendió por fin que Harry no era su padre, que las circunstancias habían creado a un Harry diferente, de igual manera el hombre lo apoyo.

No hubo visiones falsas de Voldemort, Harry lo convenció de no hacer ningún movimiento, de no hacer lo que Dumbledore intuía, ya dicen que divide y vencerás, un poco de finge y vencerás.

Los viejos ya viejos estaban, qué más daba si una acción de Harry adelantaba su muerte, Dumbledore y Voldemort no sabrían que los venció, Harry era un león dispuesto a atacar, pero con la astucia de una serpiente para actuar en silencio y de forma letal.

A comienzo de sexto año fue por supuesto el inicio de la historia, ya era hora que Harry empezara a mostrar sus cartas.

------

Bienvenidxs a una nueva historia.

La Orden RealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora