❁𝕌𝕟 𝕡𝕖𝕢𝕦𝕖𝕟̃𝕠 𝕓𝕖𝕓𝕖 𝕡𝕒𝕣𝕒 𝕖𝕝 ℝ𝕖𝕪 𝔻𝕖𝕞𝕠𝕟𝕚𝕠❁

Un nuevo día.

Los suaves rayos de la luz del sol se abrían paso a tras vez de un pequeña ventana de madera llegando hasta la cuna del pequeño dragón dormido quien plácidamente se encontraba disfrutando hasta ese entonces del dulce placer de dormir, no fue hasta que la luz era lo suficiente molestad como para obligar al pobre pequeño que abriera sus ojos.

Meliodas empezó a pestañear para poder acostumbrarse a la luz del sol la cual le pegaba en toda la cara, se movió incómodamente en su cuna, con un poco de esfuerzo logro voltearse del lado contrario a la molestad luz que no había hecho más que arruinar sus dulces sueños. Cuando por fin su vista parecía estar lista y su cabeza ya estaba algo despierta por un momento se quedó mirando a su habitación.

El motive del por qué Meliodas le llamó tanto la atención la habitación donde se encontraba era muy simple debido a que esta era la de un bebé, hace años atrás cuando el realmente era un niño pequeño y no un adulto en el cuerpo de uno su memoria recordaba vívidamente que su padre era más su rey que su padre supuso que gracias a la frialdad que presentó su propio progenitor hacia el en un pasado fue el motivo del por qué el cuando era joven aún intento de todo para complacerlo lastima que su padre era un tipo sin fondo.

En todos los años de niño hasta que se convirtió en un adulto joven y sucedió lo que sucedió el siempre había dormido en habitación legumbres lo típico del Reino demoniaco una cama café, una habitación fría prendida por unas cuantas velas, y su armario con poca ropa aunque era un príncipe y no era como si en el reino demoniaco no existiera más cosas decorativas solamente por su forma en la que había sido criado hasta ese entonces jamás se permitió decora su habitación o tener algo hermoso.

La mente de Meliodas recordó cuando en unos ayeres lejanos el como niño había deseado tanto tener un simple peluche siempre vio como los humanos le regalaba ese tipo de objetos a sus hijos incluso entre los propio demonios existían ciertos juguetes para niños pero su padre le dio una espalda en vez de un peluche y con ello corto su esperanza de abrazar uno.

Meliodas fue sacado de sus pensamientos cuando su sentimientos por así decirlo se hicieron notar.

¿Qué esta pasando?, ¿Por que?, es como si mi cuerpo estuviera débil, de verdad ¿Qué le pasa a mi cuerpo?

A lo que se refería los pensamientos de Meliodas era al dolor de su pecho que poco a poco se iba haciendo mayor al parece Meliodas jamás había sido de mostrar su sentimientos después de todo ¿Quién lo culpa?, con un padre tan terrible y el resultado de una crianza tan fría como el hielo era normal que ahora cuando se puede decir era la primera vez que experimentaba lo sentimientos de todo niños lo rechazaba.

No,no,no ni creas estúpida mente o corazón bueno lo que sea que me esta provocando esto, pata la próxima me abstendré de tocar temas tan sensibles cuando tengo la capacidad emocional de un bebé.

Pensó Meliodas molesto si lloraba le daría una razón más para que su ahora padre-loco lo siguiera tratando como un bebé,  fue entonces que Meliodas apretó sus labios tan fuerte como se lo permitió su ahora fuerza de bebé,  sus pequeñas manos se hicieron mini puño, aunque su nariz ya estaba roja y sus ojos ya tenía varias lágrimas rodando libremente por sus mejillas rosadas, fue entonces que pudo oír unos pasos fuertes, hasta que la puerta de madera se abrió dejando escuchar una voz.

-¿Ya se despertó mi nene lindo?

Meliodas vio a su padre...por primera vez en mucho tiempo logró mirar a su progenitor con una mirada de felicidad y amor....la mirada que tanto había deseado y esperado cuando era un niño por fin la consiguió no de la mejor manera ciertamente pero ahora la tenia fue cuándo los sentimientos de bebé recién adquiridos tomaron fuerza, abriendo paso a un gran llanto que inundó la habitación,  el rey fue hasta su primogénitos.