Missa era un niño muy hermoso. La gente de la isla Quesadilla, lo veían todos los días y nunca terminaban de admirarlo. Mientras mas creció Missa, mas hermoso se ponía.
Además de ser hermoso, Missa era un joven sencillo y muy trabajador. Su madre hacia armas para vender y Missa salía todos los días, a repartir las armas que hacia su mamá.
Una tarde, a eso de las seis , en una esquina de la calle donde vivía Missa, sin mas ni mas , aparecieron cuatro gatos (dos blancos y dos negros) y dos caballos amarrados al poste de luz.
Los caballos llevaban carbón sobre sus lomos, La gente de la isla no les dios mucha importancia, salvo que ya era tarde para ver eso.
"¡Que raro!¿No serán los gatos y los caballos de Spreen?" comento una mujer media seria , medio en broma.
"¡Dios nos libre, no lo digas!" le respondía otra persona
Missa estaba muy cansado después de haber trabajado todo el día; el sueño comenzaba a ganarle. Entonces oyó una música muy linda: era la voz de alguien que cantaba acompañándose de una guitarra...
¡Mamá, escuche esa música!
¿Que música? Lo que pasa es que te esta venciendo el sueño hijo.
¡No, mamá!,¡escuche que belleza de música!
(Spreen cantando)
Pero Mayichi no alcanzaba a oír ninguna música.
Lo mejor es que te acuestes hijo.
Missa se acostó, pero no podía dormir; seguía oyendo aquella melodía tan encantadora. Hasta sus oídos llego claramente la voz cantarina que decía:
Eres palomita blanca,
como la flor de limón
si no me das tu palabra
me moriré de pasión...
A las once de la noche, los caballos y los gatos ya no estaban amarradas al poste de la luz.
Noche a noche se repitió aquella escena. Lo único que la gente notaba era que ahí estaban los gatos y los caballos con su carga de carbón, atados al poste.
Missa, en cambio, se deleitaba con las canciones que escuchaba; la encantadora voz lo tenia hipnotizado.
Movido por una intensa curiosidad, a escondidas de su madre , Missa salió a espiar en la oscuridad y se llevó una gran sorpresa: ¡era un hibrido de oso ! tenia unos lentes que le tapaba los ojos, con un atuendo formal y un sombrero . Mientras cantaba y tocaba su guitarra. Enamoraba a Missa:
Encontré un amor para mí Querido, solo entrégate y sígueme Encontré a un chico hermoso y dulce Nunca supe que eras tú el que estaba esperando por mí...
¡Missa ya no puedo dejar de pensar en ese hibrido! se pasaba cada día, esperando que llegara la noche, para poder oír sus canciones tan lindas. Su mamá se dio cuenta de que algo raro le estaba pasando a su niño:
Qué te pasa hijo- le decía-¡estas muy pensativo!
Pero Missa no podía explicar sus delicados sentimientos. Simplemente deseaba escuchar esa música; quería ver una vez más al hibrido de oso ,que lo deleitaba tanto cantándole cosas bonitas. Cuando él lo visitaba todo parecía hermoso.
Mayichi comprendió lo que le estaba sucediendo y decidió consultarles el problema a dos o tres vecinos de confianza. Después de escucharla, todos llegaron a la misma conclusión.
¡Missa estaba enamorado de Spreen! Además, los vecinos le dieron consejos a Mayichi.
Siguiendo esos consejos, ella decidió llevar a Missa lejos de su casa y lo encerró en una torre para que ya no viera más a Spreen.
Al día siguiente, Spreen llego al callejón donde vivía Missa, pero no encontró al joven. Entonces se puso como loco y comenzó a buscarlo por toda la isla.
Spreen y su guitarra buscándolo , pero no logro encontrar a Missa.
Sus gatos y sus caballos no volvieron a aparecer amarradas en el poste de la esquina. Mayichi y los vecinos creyeron que ya se había resuelto el problema, pero Missa no pensaba lo mismo: en el silencio de su encierro, en vez de olvidar a Spreen. lo recordaba más y más; le hacían falta sus bellas canciones y sus palabras de amor. El joven enfermó de tristeza, cada día empeoraba mas de salud hasta que murió. En medio de su pena, Mayichi decidió llevar el cuerpo de su hijo a su casa, para velarlo con sus vecinos.
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Estaban todos tristes , reunidos en la casa de Mayichi, cuando escucharon un llanto desgarrador: ¡era Spreen que venia, arrastrando a sus caballos! Se detuvo junto al poste de la esquina y comenzó a cantar.
De rodillas le pido al Señor Que me quite el castigo Y que te deje saber Que yo soy el que más te ha querido..
Los vecinos estaban asustados; nadie se atrevía a moverse de su silla. Spreen volvió a cantar.
Mi primer poema lo escribí a perder mi gran amor La primera letra que escribí fue la carta en la que dije adiós La primera estrofa que canté fueron llantos al nacer..
No voy a dejarte nunca pues tú eres mi amor No voy a olvidarte mientras viva No te cambiaré, tú eres mi primer amor..
Nadie supo a qué hora se fue Spreen. Su voz se fue alejando lentamente , hasta que se perdió en la noche oscura. A la mañana siguiente, cuando los dolientes tuvieron valor de salir de la casa de Mayichi, se quedaron maravillados:¡había un reguero de lágrimas cristalizadas, como goterones brillantes, sobre las piedras de la calle!
Después de un tiempo la gente cuenta que Spreen vaga por la la isla y va deseando la muerte , va con su alma destrozado por haber perdido al amor de su vida, peleando con mobs para poder perder la vida y reunirse con su amado.
Después se pierde en la noche Y aunque la noche es muy bella El va pidiéndole a Dios Que se lo lleve con el EL lo quería más que a su vida Y lo perdió para siempre Por eso lleva una herida Por eso busca la muerte
