Toda su semana iba de mal en peor; Lego, uno de sus mejores agentes, casi sufre un accidente al intentar atrapar una anomalía fuera de control, Hobbie, de nuevo, había intentado robar uno de sus prototipos de traje para estudiarlo o algo así, Ben intentando lucirse, se lesionó la pierna, y para colmo, Jessica se había ausentado porque al parecer estaba embarazada, no podía con todo eso, estaba estresado, cansado, lidiando con su dimensión y la de todos los demás sin la ayuda de su mano derecha, fue por eso... que... le gritó...
Lo miraba de reojo, y era cada vez más notorio lo ansioso que estaba. Peter B. estaba sonriéndole a todo el mundo, como siempre, mostrando fotos de su recién nacida en brazos de su exesposa, a la cual visitaba con tanta frecuencia que muchos le preguntaban por qué no intentaban regresar. Miguel se mordió el labio, se había excedido con él, específicamente se "desquitó", y Peter, esta vez, sí que se había molestado, lo sabía por la manera en que a pesar de que lo saludo y le llevo un café en la mañana, sus manos no se rozaron, por como un "si jefe", dado con mucho entusiasmo y amenidad, debía resaltar, remplazó las típicas bromas y excusas para retrasar su salida de misión y acompañarlo un rato más, y por como sus ojos, aunque lo había descubierto ya por tercera ocasión mirándolo, no le regresaba esa luz y esa sonrisa boba, sino que, simplemente, lo ignoraba y seguía charlando con quien sea que estuviera, como si no lo hubiera visto.
–Lyla, voy a trabajar en el nuevo desintegrador, que nadie me moleste —ordenó, tratando de que su voz fuera serena, pero carecía de fuerza, detestaba pelear con él...
No obstante, fue más el tiempo que demoro en llegar a su sala privada y cerrar la puerta, que el tiempo que tardo Peter en sujetar una de sus muñecas a la mesa de trabajo y atrapar su destornillador contra la pared, una de las muchas formas que Peter B. usaba para llamar su atención y solo mostraba cuando estaban solos.
—Pe...—Peter lanzo una tela más fina a su boca, sin dejarlo hablar siquiera.
—No, esta vez no vas a hablar tú, Miguel O'Hara, ¡si es que a ese montón de gritos y gruñidos llamas hablar...—amonestó, acercándose sin ese miedo que más de la mitad en el cuartel le tenían — ¡Lo que me dijiste ayer! —Peter B. levantó sus manos al aire y extendió sus dedos para luego contraerlas en un puño, como si quisiera contenerse— ¡Simplemente no estuvo bien! —siguió, caminando de un lado a otro frente a él — no puedo creer que en serio me hayas gritado por... ah! —se quejó frustrado, pero en su discurso, sus ojos regresaron a Miguel, este se mantenía quieto, en su banquito, con su imponente figura en silencio, sin siquiera intentar quitarse la delicada mordaza de la boca o la telaraña que sujetaba su muñeca a la mesa.
Miguel era consciente, se había puesto celoso por algo que ninguno planeo, MJ y Peter habían terminado antes de que empezara a salir con Miguel, pero también antes de que supieran que ella estaba embaraza de Peter y se supone que lo entendía, y lo aceptaba, al menos la mayor parte, pero cuando el trabajo lo sobrepaso y Peter empezó a sacarle fotos a MJ con la niña y ella dijo eso...
—Miguel...—Peter tomo una respiración profunda y se cruzó de brazos — ¿Te enojaste por lo que dijo verdad? — preguntó, y Miguel desvió la mirada, manejaba bien la situación, pero, cuando Mary Jane dijo "eso", que se suponía era solo de los dos, fue demasiado. No quería hablar, así que levantó la mano libre para quitarse la mordaza, pero Peter lo detuvo en un movimiento rápido —¡Miguel! —insistió Peter, y pudo escuchar el claro resoplido a través de la tela blanquecina.
El latino, con todo y que parecía arrepentido, se negaba a contestar y mirarlo a los ojos.
—Bien, entonces será por las malas, como te gusta—Peter lo sentenció, pero esta vez su tono se afilaba como un arpón a punto de ser lanzado. Miguel lo miró esta vez de inmediato, con las pupilas ligeramente más dilatadas por la sorpresa, le gustaba Peter, desde el inicio había llamado su atención con su manera de dirigirse a él, sin cautela o reservas, amistoso y un poco invasivo, o mejor dicho, "abrumador", Peter siempre se sintió como una avalancha y eso le gustaba— te voy a quitar la mordaza y ya sabes cómo quiero que me llames—Miguel saco sus garras casi por instinto, arañando la mesa con la mano que tenía presa, pero, aun cuando sus cejas se juntaron más en disconformidad, asintió.
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Papi
FanfictionMiguel le gritó a Peter B, ahora Peter va a hacer que Miguel se disculpe. Solo una excusa para poner un torcedura con esa palabra... historia autoconclusiva Peter top, Miguel bottom Lee bajo tu propio riesgo