Para aquel que no acepta las muertes impredichas.

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Papa recivio Una iamada, desde fuera, Mi abitsion, No escuchaba Mas qe sus Fritos. Paresia enfadado y triste. Me ise un obillo en mi kama, no me gustaba escuxar sus efados, en cambio, esta ves, tenia sentido. Despise del obillo, me acerquè a la Puerta a escuchar.

–Kien lo a exo. –estallö papa.

... (No escuxe lq respuedtq)

–¡Kien a matado al Sargento Garsia!

¡O no! Pensè. Aora Todo tenia sentido, la tristesa y enfado de papa, abia sido kausada, por la muerte del Sargento Garsia. Nuestro bichon Palo.

Tenia Una conession con el

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