Love and My Father

~Capítulo II~

Las dulces yemas de los dedos se apoyaban en las teclas del increíble instrumento.
Todo era maravilloso, brillante, el escenario, el sentimiento, un sentimiento de orgullo y felicidad que Zarith jamás había sentido, ni cuando su madre le compró una bolsa de muñecas de porcelana, o de trapo. No lo recordaba de cualquier manera, se concentraba y contentaba con el dulce sonido del instrumento.

- Zarith, querida, te sientes bien?

Zarith estaba rebosando de lágrimas. La mamita la abrazó despacito, pero Zarith no estaba triste, estaba, más bien, feliz. Zarith, que no sabía como expresarse, lo único que hizo fue secarse las lágrimas, sin ninguna palabra.

- Mamita linda...ese instrumento... ¿Cómo se llama?

- ¿Te gusta? Se llama órgano, Zarith querida...

Dijo como si quisiera agregar algo más.

- Zarith,  ¿te gustaría uno de los pastelitos que hizo tu mami?

Zarith miró a Diane alegremente y luego a su madre. Tomó educadamente uno de los pastelitos y lo mordió mirando nuevamente a la hermosa criatura en el escenario, más bien llamado, órgano.

- Oh, querida Jade, se me hace un poco tarde, tendré que dejarlas. ¡Que disfruten!

Dice Diane retirándose con un pastelito en su boca.

Más tarde, Zarith y Jade están comiendo galletas y jugo.

- Mamita, de que están hechos los jugos?
¡Están deliciosos!

Jade se ríe elegantemente.

- Bueno, deberías averiguarlo tu misma, algún día te lo enseñaré.

- No puede ser hoy?

- Deberias ir a dormir. ¡¡Mañana tienes todo un día por delante!!

Llegan dentro de la casa, y la madre da el beso de buenas noches a su hija.

- Adiós mamita!

- ¡Buenas noches, querida!

[Al día siguiente]

Jade se dirige a la habitación de Zarith, y entra sigilosamente. Ve un pequeño bulto debajo de las sábanas, lo destapa, y esta allí la personita más importante de su bondadoso corazón.

La ayuda con su vestido amarillo con flores y salen a la tienda.

- ...Y, mamá, por esa razón me otorgaron la más inteligente de mi clase...

- Suena maravilloso! ¿Recuerdas cuando aprendiste a leer, y les leíste a toda tu clase un cuento?

- Mamá.! Si eso fue ayer..!

Se sobresalta y ríe junto a su hijita. Van caminando por la calle, y entran en la tienda.

- Me pregunto si tendrán fresas...

Jade hace una mueca de risa a su hija, la cual ríe.

- Por favor mami, quiero una...

- Bien, bien..

Jade toma una bolsa y pone las fresas dentro.

- Bien, ahora vamon...

De repente, una mala persona entra a la tienda con un arma.

- ¡¡Deme todo el efectivo!!! Si no quiere salir herida- dice este señor hacia la cajera.

Zarith se asusta y lanza un pequeño gritito, y cuando se lanza a abrazar a su mamita, está ya no se encuentra ahí. Cuando se da cuenta, ve a su mamá enfrente del hombre.

- Mami!!!

Logra ver que se están hablando, pero no sabe de qué.

- Respetable señor, dese cuenta de que este es un lugar lleno de gente, a la que puede lastimar, gente que no tiene la culpa de cualquier cosa que le haya pasado a usted en su vida. Así que, amablemente le pido que se retire de esta tienda, no está autorizado para matar y mucho menos robar, ni usted ni nadie. Y con mucho respeto, quiero destacar que lo que esta haciendo esta terriblemente mal, piénselo, acechando un montón de vidas solo por un poco de dinero...

Zarith escucha un fuerte sonido y se esconde.

- Mamita..? - susurra ella

Ella se acercó sigilosamente hacia el lugar donde ella se encontraría.

Y allí estaba ella. Pero ya no estaba de pie. Estaba... en el suelo, en una posición extraña. Zarith corrió hacia ella llena de confusión. El señor malo se había ido... Las personas que estaban allí se posicionaron alrededor de la mujer, y al mismo tiempo, de la niña que confusamente miraba el cuerpo de su madre. Las personas de alrededor se quitaron sus sombreros...

Era su querida madre, pero ya se había ido... para siempre.