Parte 2: lotos femina

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Izan acabó en casa. Le preguntó a su padre, que si una doncella en el conocido "Jardín de loto" fue creada para él. Su padre le dijo las siguientes palabras a Izan: -Hijo mío, yo creé esa hermosa muchacha para que fuera enviada a tu corazón, para que te hiciera compañía en tu longeva vida. Eso sí, ella tendrá que "marchitarse" tarde o temprano...- Dijo Gabriel. -Entonces... ¿Sabré cómo se llama aquella doncella, padre?- Respondió Izan. -Tempus Fugit, Izan.- Dijo con total confianza y certeza a su querido hijo. Izan fue directo a su rincón y se tumbó plácida pero a la vez desconcertantemente en su nube y fue cuando descubrió qué significaban aquellas palabras en latín que redactó su padre. De algo le habían servido las clases que le daba su abuelo. Izan no paró de sobrepensar en eso, así que un día de madrugada, se escapó de casa y fue al mundo físico. Ahí estuvo, contemplando a aquella misteriosa doncella en el lago. Las intensas láminas de luz lunar reflejaban el agua en el rostro de la muchacha, y fue cuando Izan no pudo contener las ganas de besarla y sentirla. Él supo que ella no diría ni pío, pero igualmente lo volvió a intentar. -¿Puede decirme algo, bella ninfa?- Dijo Izan. No hubo respuesta, pero al cabo de 15 segundos, ésta abre los ojos. Eran hermosos; color avellana, como el otoño, pestañas largas y negras, y su mirada hipnotizadora. Izan no pudo contener el rubor y contempló la sonrisa de la muchacha. -Oh, tú debes de ser el arcángel Izan, hijo del honorable Gabriel... ¿No es así?- No pudo evitar sonreír. Él le responde: -Efectivamente, está en lo correcto.- Ambos se quedaron un largo rato mirándose, apasionadamente. Y fue cuando Izan le dice: -Es usted muy hermosa, ¿No es hija de una diosa o ninfa?- Ésta le responde: -No seas tan caballeroso conmigo, Izan... Tú sabes que estamos hechos el uno para el otro.- El muchacho no duda en arrimarla hacia arriba, cogerla en brazos y apartarle los finos cabellos que tenía en la cara. -Quisiera besarte ahora mismo, pero sería muy directo y...- La doncella lo interrumpe y lo besa, se quedan así durante un tiempo. Ambos se enamoran locamente y no pueden separarse. -Será mejor que me vaya, mi padre me echará la bronca del siglo...- Dijo Izan muy nervioso. -Corre, antes de que la cosa empeore.- Respondió la doncella. El joven arcángel se va y deja a la doncella en el agua, hasta que ésta, decide marcharse a su casa, dejando el lago vacío.

La doncella de lotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora