「Hippo × Yuri」

34 2 0
                                    

La imagen de multimedia la he hecho yo, no la roben. :)

≻───────── ♡ ─────────≺

¿Cuántas noches llevaremos así?

¿Cuántas lunas habrán sido testigo de nuestro amor prohibido?

Viéndonos a escondidas. Escapándome del castillo sin que mis compañeras se enteren para ir al mundo humano y verme con él en aquella vieja caseta, en secreto, solo con las estrellas y mil historias a nuestras espaldas.

Aquella vieja caseta que, aunque pueda parecer un sitio horrendo, le tengo un especial cariño al ser el sitio en el que nos conocimos.

Y estoy cansada de aparentar. Cansada de volver a la mañana siguiente ocultando mis ojos hinchados para que Gaito no sospeche; pero le debo sumisión.

¿Cómo podría tomarse si no de mala manera que me esté viendo en secreto con el guardián de las sirenas a las que tanto él persigue?

Él me sacó de las profundidades del océano y me prestó su poder para obtener esta forma humana. Aunque solo lo hiciera por intereses propios y no por genuina amabilidad siento que debo estar a su servicio.

No sé qué otra cosa podría hacer. No tengo hogar ni familia, y Hippo tampoco puede abandonar su puesto, así que lo único que nos queda es vernos a escondidas las noches de luna llena.

Aún recuerdo aquella bajo la que nos conocimos, tan brillante y hermosa, parecía ser la única que me entendía, hasta que apareció él, ingresando de manera estruendosa en la caseta de la playa mientras yo me lamentaba de mi vida acurrucada en una esquina.

Nunca olvidaré el verde de sus ojos, opacaban al mismísimo cielo, cuando accedió a ayudarme sin siquiera yo pedírselo. Aquella enorme sonrisa y sus cabellos dorados sobre su frente. Sé que solo es su apariencia humana y no su verdadera forma, pero, ¿por qué los Dioses del mar tuvieron que darle tan hermosa apariencia? Me enamoré de ella al instante, como también de sus bondadosas acciones.

Mi querido príncipe, aquí estoy esperándote bajo el cielo estrellado una vez más.

Hoy casi me pillan mis compañeras, pero les hago creer que duermo en otra parte del castillo porque necesito tiempo para pensar en formas de vencer a nuestros enemigos. Lo que no saben es que "nuestros" enemigos ya son solo suyos.

En cuanto conocí la verdad sobre Hippo paré de atacar a las sirenas. Solo eran seres acuáticos, como yo, defendiéndose de unos enemigos que habían aparecido de repente, amenazando con robarles sus perlas. Claro que eso me parecía mal, pero solo lo hacía porque era lo que Gaito quería. Se lo debía por salvarme, pero últimamente solo le miento.

Le hago creer que siguen derrotándome en cada intento.

A veces es complicado. Cuando veo sus ojos oscuros mirarme tan fríamente cuando le digo una vez más que voy con las manos vacías, siento escalofríos, pero prefiero eso a decirle la verdad y que me castigue, o dejar el castillo y que mande a las demás a atacarme a mí y a Hippo. No quiero que le pase nada.

Unos pasos en la arena me sacan de mis pensamientos. Conocía perfectamente al dueño. Tras la pared apareció un esbelto chico con traje de marinero y una sonrisa cansada en su rostro. En cuanto lo veo me abalanzo sobre él y lo abrazo con fuerza.

Sentir sus brazos alrededor de mí me hacían olvidarme de todo y de todos por un segundo. Mi querido amor.

     —¿Qué tal si hoy damos un paseo por la orilla?

     —Alguien podría vernos —respondo, haciendo una pausa mientras mi sonrisa se desvanece—. Tengo que contarte algo.

Entramos en la caseta, cerrando la puerta. Me senté en el suelo, con él en frente.

「Oneshots Mermaid Melody」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora