Un día agotador, un día que iba al colegio y hacía dudar del por qué carajos estaba en el instituto.
Tenía dieciséis años y aún así, seguía en el puto instituto.
¿Debería irse?.
Si, tenía que irse pero por alguna estúpida razón se quedaba, ¿era para conseguir empleo?, ¿conseguir titulo?, ¿vida social?, ¿amigos?, ¿novia?, todo eso le valía un carajo. Para que carajos va a tener novia o amigos si tiene sus amigos propios, Daniels y Smirnoff eran sus únicos amigos actualmente y el sabia que iban a ser sus únicos amigos los cuales hacen entrar en "razón" a Steve.
Eran las 11pm, este estaba recostado en su cama mirando el techo, sus pensamientos estaban del carajos, las voces, los llantos, un pequeño ardor en sus brazos y manos comenzó hacerse presente.
Este se levantó de su cama para ir a la cocina de su casa, camino por el pequeño pasillo hasta llegar a la refrigeradora para después abrirla.
No había un carajo, un plato que contenía un sándwich que estaba por caducar, un par de tomates, lechuga junto a jamón que había junto pequeños paquetes de ramen junto a unas salsas que estaban casi por terminarse.
Steve suspiro del cansancio, este cerró la refrigeradora y se apoyo de ella con la cabeza, sintiendo como la movía hasta pegar con la pared con solo dejar caer su cuerpo en ella.
-.....ni una palabra salió de su boca, este solo suspiro.
No tenía tiempo ni la paciencia para salir a esta hora a comprar algo para comer. Así que suspiro cansando sintiendo su estómago pedir por algo de comer de y forma urgente.
Este fue hacia la nevera qué estaba cerca de la refrigeradora para después abrirla y mirar el contenido de esta.
Fue por un bolso pequeño agarro dos RedBull y las metió al bolso para mirar que tenía todo listo, vendas blancas y dos RedBull para mantenerse despierto la mayoría de la noche. Cerró el bolso y agarro el Daniels y lo abrió comenzando a beber sintiendo su garganta con un sabor suave y ligeramente dulce mientras que sentía como era acaparado por la quemazón de su garganta. Tomó la mayoría hasta dejarlo a la mitad y lo cerró mientras lo dejaba donde estaba.Cerró la nevera, este tenía una caminata tonta, llegó a su cama y se recostó mientras que miraba de nuevo al techo sintiendo sus párpados pesar, no escuchaba las voces, sentía alivio. No escuchar aquellos gritos y llantos que lo carcomian cada vez más, sintió el cansancio y cerró los ojos.
Podía dormir, podía descansar, todo ese ardor, insomnio, llantos, gritos, voces en su cabeza que le hacía cada noche sujetarse la cabeza del dolor de cabeza, no escuchaba nada.
Por fin pudo cerrar los ojos sintiendo todo el peso del mundo, pero por esta vez. Se dejó llevar y alivio sus penas en su cama.
Mal para el, su celular que estaba casi a su lado en la cama, sonido que lo hizo abrir los ojos exaltado.
El chico agarro el celular rápidamente y miró que era una llamada, estaba por negar la llamada pero solo suspiro cansado al mirar el nombre de quien lo llamaba y contestó.
-.... Hola. Dijo el peli negro quien se rascaba la barbilla de forma exagerada dejando un pequeño ardor para mantenerse despierto.
-¡HOLA CHICO!. ¿Estas listo para la masacre de hoy?. Comento alguien exageradamente motivado detrás de la llamada.
-...... Si, estoy emocionado. Respondió el chico que aún contenía aquel líquido embriagante en su sistema.
-Ya es necesario que vengas para que calientes, un par de personas te quieren ver. Termino con unas risas.
-.......Dame seis minutos, ya llego. Dijo Steve quien se levantó de la cama para caminar de forma cansada hacia su armario.
-Más te vale, esta pelea es importante. La mafia necesita que ganes esa pelea así que espero y ganes hoy chico.... Comento serio la personas tras el teléfono.
-...... Ok. Respondió sin más Steve quien tenía cansancio en su voz.
-No vemos ahora, llega a tiempo como siempre. La llamada se corto después de las palabras de aquel misterioso sujeto.
El chico se cambió de ropa rápidamente llevando una camisa manga corta, una sudadera qué cubría todo su cuerpo junto a unos pantalones largos y unas medias de color blancas y unas convers negras, iba de todo de negro.
El chico agarro su bolso, junto a unas llaves que estaban en su mesita de noche para después caminar lentamente hacia la puerta.
-.... Quería dormir un poco más, maldita sea. Pronunció Steve con cierto enojo y cansancio, todavía tenía en su sistema el producto alcohólico que lo hacía dar una caminata tonta.
El chico abrió la puerta para pasar por ella y después cerrarla con llave y meterla a su bolso, este miró la oscura noche. Un poste de luz estaba dando un poco de visibilidad, pequeñas gotas de lluvia le estaban pegando.
No dijo nada, solo..... Camino por la profunda oscuridad.
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Nada que decir, tengo sueño.... Mátenme.
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Tiempo contado.
Romance¿Será que soy un maldito hijo de perra qué merezca vivir?, solo quiero ayudar..... Aveces se necesita un poco de contacto físico, mínimo un abrazo para calmar todo tipo de dolor. Reiniciando un contador cual vuelve a cero y después de un tiempo expl...