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A Juan lo carcomía la curiosidad

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A Juan lo carcomía la curiosidad. Recientemente había entontrado en una página, porno claramente, un tutorial de como hacer que una mujer tuviera un squirt .

Quería probar si era cierto lo que había visto, pero claro que nadie le ayudaría a resolver su duda. Cualquier mujer lo golpearía si les dijera que les prestará su coño para resolver unas cosas. Todos lo tacharian de pervertido, y razón tendrían, pero el era curioso desde siempre.

En cierto momento dio todo por perdido, incluso llegó a decaer su ánimo pues todas y cada una de las dudas que tenía eran resueltas de una u otra forma, sin embargo, al estar tachando a las personas que seguro le dirían
un firme "no" por respuesta, recordó a Spreen y el favor que esté le debía.

Hacia no mucho tiempo le había ayudado a recoger unos materiales y no le había pagado, solo le había dicho que si necesitaba algo se lo dijera y con eso su deuda quedaría saldada. Quizás no era tan mala idea saldar la deuda de Spreen prestándole su coño para sus dudas.

Rápido se levantó de su cama y se puso los zapatos tan rápido como pudo, corriendo a la pollería donde sabía que el oso estaría. Era sábado en la tarde, aunque era muy bien concurrida, la pollería tenia un máximo de seis personas, se acercó al mostrador y fue recibido por Spreen con una sonrisa en su cara.

- ¡Juan!, ¿Cómo estás? ¿Querés lo de siempre o venís solo a hacer tus cosas raras de "hechicero"? - se burló de él, Juan iba aveces a la pollería y siempre pedía o mismo, pollo cortado. O, en muchas ocasiones, un siemple vaso de agua y usaba una mesa para pociones o cosas así.

- No, Spreen, vine a platicar contigo- por primera vez aquel día se sintió nervioso, pues no sabía lo que pensaría de el. - se cómo saldar la deuda que tienes conmigo, la de aquella vez de los materiales.

-oh, bueno sobre eso, recién pensé en ir a buscarte para darte unos diamantes por eso, ¿Cuántos quieres? Tengo un máximo de 10 -

- No quiero diamantes. - el castaño lo interrumpió, el oso se sorprendió de que no quisiera sus diamantes, por qué ¿Quién no querría ese preciado mineral? - quiero hablar contigo a solas, es algo muy personal. -

Spreen solo asintió confuso y lo llevo al área de solo personal autorizado. Era un cuarto mediano, cerrando la puerta y recargandose en ella, espero que Juan hablara sobre que quería a cambio.

- Primero, no me odies por lo que voy a decir, segundo, por favor, te lo ruego me ayudes. - Juan lo decía muy enserio que podría jurar que estaba en el punto máximo de la desesperación.

- ¡Juan, solo dilo!, nada podría hacer que te diga que no. - dijo el pelinegro, deteniendo el vomito verbal que estaba teniendo su compañero. Creyó que no podía ser tan rara o mala la petición, vaya que se equivocaba.

- Tengo unas dudas y... Necesito que me prestes tu coño. - su voz salió temblorosa, debido al miedo que le provocaba el oso.

Hubo bastante silencio en la habitación, Juan por qué tenía miedo de decir otra cosa, arruinando todo aún más y Spreen por qué no esperaba ese tipo de favor.

Spreen estaba rojo de vergüenza y de enojo, Juan quería usarlo de juguete sexual, solo acerto a darle una cachetada tan fuerte que resonó en aquellas cuatro paredes.

- ¡Eres un idiota, Juan! - se podía notar en su voz y en su rostro que estaba avergonzado, enojado y nervioso a la vez. Quizás paso la raya de lo debido a lo indebido. - ¡Estás loco si crees que aceptaré ser tu juguete! -

Salió de aquella habitación cerrando de un portazo, dejando al hechicero avergonzado y adolorido de su mejilla, Spreen había dicho que no, pero lo haría cambiar de opinión a como de lugar.

Al salir de aquel cuarto hasta el comedor de la pollería, se encontró con Spreen atendiendo a un cliente, este solo le volteo la cabeza enojado y el colombiano se fue del local.

No sabía cómo hacer que le dijera que sí a su petición, quizás si insistía un poco más el corazón de Spreen se ablandaría ante él y le permitiría saciar sus dudas.

Quizás solo era cuestión de tiempo, ¿No?.

Quizás solo era cuestión de tiempo, ¿No?

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717 palabras
--CandyBoy

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