Vuela

III: Nubes

Sentada mirando a la nada, esperando a que llegues, si es que quieres venir.

Te llamé, te dejé mensajes donde decía que necesitaba verte, hablar para calmar mis dolores de cabezas.

Así que estoy acá, te cité donde solíamos besarnos, donde solías acariciarme la mejilla y susurrabas mi nombre en mi oreja.

¡Maldición como te extraño!

Ha pasado ya casi una hora y media, veo el reloj y las manecillas corren. Y mi corazón se rompe.

Estoy echada en el pasto, tirada pensando en ti, no pienso llamarte, ni mandarte mensajes, ya sé que no vas a venir.

Así que veo las nubes que son las únicas que me acompañan en esta noche algo fría.