Lionel Messi, un Omega joven y simpático.
Guillermo Ochoa, una de las influencias más importantes del narcotráfico. Un alfa que había caído bajo los encantos del argentino.
Lionel no sabía que había engatusado al mismo diablo.
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Lionel Messi, un Omega joven y simpático.
Guillermo Ochoa, una de las influencias más importantes del narcotráfico. Un alfa que había caído bajo los encantos del argentino.
Lionel no sabía que había engatusado al mismo diablo.
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Lío era un Omega joven, de linda figura y personalidad tímido.
Un Omega perfecto ante los ojos del alfa mexicano, desde que había llegado a tierras argentinas quedó fascinado con los omegas del país, pero ninguno le llamaba tanto la atención como aquel chico.
—¿cómo me dijiste que se llamaba? — preguntó sin quitar la vista del Omega que se encontraba a solo una calle de distancia
— se llama Lionel... Pero es mejor que te vayas olvidando de él —respondió el brasileño
— ¿Y eso por qué?
—Verás mi querido memo, ese omega nunca aceptará salir contigo. Su papá es demasiado sobre protector además de que a lío no le interesa nada que tenga que ver con este negocio.
— quiero que lo convenzas, lo quiero en mi cama antes de irme a México, ¿Me entiendes Neymar?
— haré lo que pueda.
— Eso espero
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