07

2.5K 245 130
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El frío de aquel hospital era tortuoso en cada paso efímero que aquellas chicos daban, sigilosos aunque bien disfrazados, se mantenían disimuladas mezclándose con el resto del personal, aunque en realidad era de obviedad la clara inferencia de eda...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El frío de aquel hospital era tortuoso en cada paso efímero que aquellas chicos daban, sigilosos aunque bien disfrazados, se mantenían disimuladas mezclándose con el resto del personal, aunque en realidad era de obviedad la clara inferencia de edad entre los demás capacitados del lugar. Las manos de Iván sudaban en forma de ojeadas ventiladas de promesas rotas, pretendía tener el océano entre sus manos pero sabía que para aquel entonces su corazón ya estaba muy débil para siquiera soportar los leves parpadeos que las luces sobre el techo producían encima de su dañada piel.

Carre había hecho bien su trabajo, se había encargado de compilar distinto material sobre las identidades artificiales en su instituto y las maneras en las que estas eran violadas frente a la ley, siendo Juan Guarnizo una de las posibles y mayores víctimas de esto. Hasta el momento se mantenía con una postura gélida frente al grave problema que persistía entre sus manos, aunque ciertamente mientras se aproximaban a la habitación de aquella paciente, era indudable el efecto que esto le provocaba a el, y al resto de las presentes, de pronto todo cargaba con demasiada tensión, y el silencio ya en sí se volvía demasiado tedioso.

Rob, quien se mantenía por delante del resto sosteniendo la mano de Osvaldo, se detuvo en seco tras revisar una de las puertas abiertas de aquel pasillo en el que se encontraban, siendo Osvaldo quien le siguió el ritmo y se detuvo, aferrando sus pies al sólido que se encontraba bajo ellos y sintiendo como el aire en sus pulmones se vaciaba por completo. Rodrigo Carrera le dedicó un corto y punzante vistazo a ivan, quien se detuvo mientras observaba como Carre se abrío paso entre las otros chicos, adentrándose en aquella habitación con los ojos cristalinos bien abiertos. Para aquel entonces, cada paso que Iván emitía, no era nada más que un eco en su cabeza, su rostro y pecho estaban hechos en un incendio que era incapaz de controlar, se allanaba en un espacio que era difícil de procesar, todo avanzaba lento, incluso cada parpadeo que daba, aquella mirada posada sobre las lágrimas de Rob, o en las cejas expresadas de miedo propias de Osvaldo, todo le resultaba demasiado lento, hasta que el tiempo se detuvo por completo.

La dulce presencia de Juan Guarnizo yacía tendida sobre la pequeña cama que abarcaba la mitad de la fría habitación, rodeado de máquinas incomprensivas y cables que se conectaban directamente a sus extremidades y cabeza, eran sutilmente acompañadas por distintas flores que se esparcían por todo el lugar, y hacían de aquel sueño eterno algo más ameno y suave. Iván no supo en qué momento había comenzado a llorar, creía que había sido cuando recién había puesto un pie dentro de aquel lugar, o en caso contrario, cuando vislumbró aquellos cables acompañados de los distintos lienzos retratados de océanos hechos por el menor, pero también sabía que su alma se había hecho trizas siquiera cuando tocó aquella inanimada mano y sintió que su cuerpo entero se helaba junto al de aquella alma en pena.

Entonces sus hombros se encogieron ante la presión que Rodrigo ejercía sobre ellos, escuchaba su voz en eco pero aquel rostro inconsciente era lo único que recubría su cabeza, el llanto era insaciable y mientras se levantaba debido a los gritos del resto de los chicos, sus ojos se despedían de el contrario. Carre se aferraba a la mano de el conmocionado con fuerza mientras salían disparadas del lugar corriendo, junto a los otros chicos que adelantaban su paso, ivan era un rostro oscilante en llanto, no lograba ver con claridad y la brisa que se ahuecaba en sus mejillas le helaba por completo el alma, sentía que cada parte de sí se desprendía de su cuerpo, el aliento se le escapaba, todo se fragmentaba.

_____________________

El siguiente cap es el final, gracias por el apoyo q le han dado ❤️

IA guarnizo ; mini au SPRUANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora