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esta medio curiosita la historia, pero yaq

(no me funen)

...

Hoseok es un lindo y adorable conejito, con unos grandes ojitos tiernos, junto a un pelaje blanco nieve acompañado de manchitas marrones. Sin dudas, con una colita esponjosa.

Pero el pequeño Hoseok a pesar de todo, no era muy querido en su manada -a excepción de sus padres- nunca entendió el por que de ello, los conejos omega siempre lo querían golpear y los conejos alfa siempre lo apartaban e ignoraban, era tratado como si fuera una de las cosas más apestosa y repulsiva del mundo. Nadie lo quería cerca.

Ese dia era de recolección de comida en pareja, Hoseok se quedó solo, otra vez, lo cual solo hizo que sus orejitas bajaran y su colita esponjosa también, bastante lastimado, se fue del lugar que le asignaron con su nariz arrugada y ojos llorosos.

Camino, salto y corrió, intentando distraerse para no llorar, por que el era un conejito muy fuerte, y logró hacerlo, pero no de la forma que quería, cuando miro a su alrededor, estaba en una zona llena de arbustos con una gran parte del césped plano, el lugar era bastante bonito, sí, pero no sabía como llegó, ni como regresar, y ni siquiera sabía que lugar era.

Dios, estaba asustado, podía hacerse de noche y un depredador fácilmente lo lastimaría, como una serpiente o hasta cualquier insecto raro, sus ojos se pusieron lagrimosos y se hizo bolita en aquella zona de césped plano en un fallido plan de calmarse, y sin darse cuenta, sus feromonas empezaron a salir.

Y mientras Hoseok estaba hecho una bolita soltando feromonas, no se percato de la presencia de un gran animal como lo era YoonGi, una pantera feroz que regresaba de cazar su comida.

YoonGi venía cansado de correr detrás de una estúpida manada de venados, pero para su suerte al menos pudo atrapar a uno y comer, así que venía devuelta a su territorio dispuesto a descansar. Lo que no se espero fue ver en un terreno casi vacio una bola peluda blanca, echada hacia la misma nada, en medio de su territorio, es muy obvio que era un conejo.

YoonGi pensó que aquel pequeño animal tenía bastantes agallas para echarse allí, cuando todos sabían que ese pedazo de tierra era suyo y quien entrará sin su permiso no tendría un final agradable.

Pero viendo el lado bueno, un aperitivo extra no le vendría mal a su estómago y el conejo parecía ser un adulto pues se veía bastante grande, bueno no tanto, ya que solo bastaría con darle una mordida fuerte y podría matarlo.

Sin más YoonGi se movió de manera sigilosa alrededor de los arbustos, viendo a toda costa que el conejo no lo viera y escuchara, al encontrarse cerca se coloca en una posición adecuada de caza y cuando justo planeaba lanzarse, se detiene abruptamente.

Se detiene porque un delicioso olor llega a sus fosas nasales, un olor a vainilla y moras silvestres, nunca comió ninguna de esas cosas, pero había olido esas frutas y sin dudas su olor es bastante exquisito. Era muy notable que aquel olor provenía de un omega, YoonGi quita su mirada del conejo y olfatea alrededor para encontrar de donde provenía el aroma, pero su olfato solo lo devolvia a la bola de pelos que tenia enfrente.

Sus pupilas se extendieron y se vuelve a colocar en posición de caza, ahora si está decidido, se lame sus colmillos, y entonces ; salta. Acorralando al instante al pequeño animal de forma que no pueda escapar y así de apoco se acerca para oler mejor su aroma, y efectivamente, venía de él.

Hoseok, al sentir una gran presencia y una respiración cerca de él, abre sus ojitos, los cuales casi salían de lugar al ver lo que más temía, justo frente suyo estaba una gran pantera negra, con sus pupilas dilatadas y oliéndolo descaradamente. Instintivamente Hoseok intenta escapar, sus patitas se movían a más no poder pero el felino se da cuenta y lo agarra por el cuello, no tan fuerte como para clavárle sus colmillos pero lo suficiente como para detenerlo, lo mueve y lo pone entre sus patas.

ραɳƚԋҽɾ ━ уσσηѕєσкDonde viven las historias. Descúbrelo ahora