Conociendo

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Cuando pasó por mi lado y me saludó tuve una de las sensaciones mas inexplicables, ¿Cómo alguien a quien acabo de conocer puede ponerme tan nervioso?

La respuesta a eso es sencilla, ella no era una chica cualquiera, supe desde el momento en que la vi, que con el tiempo iba a terminar enamorándome de ella, pero a la vez debía mantener mi posición y ser fuerte... Pensaba en que una chica como ella nunca podría llegar a fijarse en alguien como yo.

Pasé el día pensando en cómo podría una chica ser tan descomplicada y verse hermosa a la vez,  en cómo sus ojos podrían pasar de un verde a un marrón de un momento a otro, en cómo ese pequeño hoyuelo que se le forma en su mejilla derecha a la hora de sonreír puede hacer que mi mundo tiemble completamente. Apenas la estaba conociendo.

Caminamos durante un rato, compramos algunas gaseosas y panes para comer y no pasar hambre durante el día, como Isabella y yo aún no nos conocíamos del todo y no teníamos la suficiente confianza como para hacernos bromas, decidí hacer las bromas a los demás chicos, me gustaba que con algunas cosas que hacia al verla, podía ver que se reía, su sonrisa y su risa eran mi nuevo pasatiempo favorito, ver como ríe, ver lo feliz que se ve, ver como sus ojos se entrecierran un poco y cuando ríe con fuerza con la energía que se inclina hacia atrás.

Entramos a una pequeña pizzería que había dentro del centro comercial y ordenamos, mientras traían el pedido, en la mesa estaba un soporte en donde colocan la bandeja con las porciones de pizza, así que mi pequeña y espontanea hiperactividad no tardó en hacer de las suyas y ponerme el soporte como sombrero.

Las meseras de la local me miraban con cara de querer sacarme de ahí, pero al parecer a las personas les hacía gracia y a Isabella también (A ella es a quien más me interesa que le haga gracia), cuando le veía de reojo podía ver como las comisuras de su boca subían formando así la curva más bella de todo su ser... Su sonrisa.

Unas horas más tarde.

Eran cerca de las 6:00 pm y llegaba la hora de irnos a casa, creo que nunca en mi vida la había pasado tan bien, me reí, disfruté y pasé el día junto a ella, no quería irme, quería quedarme con ella un momento más, poder verla. Pero...

Mi teléfono suena, lo saco de mi bolsillo para ver quién es y... Oh Oh! Mamá

-          Hola ma...

-          Hola, ¿Donde está? – dijo mamá con un tono algo molesto

-          Amm... ya estamos saliendo estamos esperando el bus para ir a casa

-          Bueno, apúrele, ya es tarde y ese sector no es lindo

-          Bueno má, ya nos vemos chao – mamá había colgado la llamada antes de que pudiera despedirme, en realidad estaba molesta.

Pero bueno no podría afectarme del todo, podría soportar un sermón en casa y aún estar bien por que pasé uno de mis mejores días.

-          Joe! El Bus! – Gritó Gus

Así que tuvimos que despedirnos rápido, no quería despedirme de ella, no sin saber si volvería a verla, ni la mano pude darle al despedirme, solo pude decirle un "Chao, genial conocerte!" en medio de la distancia y no tengo la certeza de que me haya escuchado.

Pero ya iba camino a casa y no podía sacarla de mi cabeza.

Al llegar a mi casa, papá y mamá no estaban tan molestos como pensaba, solo me dijeron que debía al menos avisar o llamar para hacerles saber que me demoraba. Bueno al parecer todo salió bien.

Fui a mi habitación y encendí mi laptop abrí mi cuenta en facebook y NO PODIA CREER LO QUE VI!

Una solicitud de amistad, Era ella, de Ella, no podía creerlo, se tomó la molestia de buscarme, o pedir mi facebook a alguien y agregarme, sentía que brincaba como un niño de 5 años por dentro, no podía ser más feliz en ese momento. Sin pensarlo dos veces le acepté la solicitud y BOOM! Bomba de dudas comenzó a caer sobre mí.

¿Podría una chica como ella fijarse en mi? Bueno me envió la solicitud, eso debe significar algo. Claro significa que le agradé y quiere que sea su amigo, es obvio una chica así como ella nunca en la vida fijaría un interés más allá de una amistad conmigo, no podía seguir engañándome, puede que ella me gustara y me flechara desde ese primer momento, pero decidí aceptar la solicitud y no hablarle, tal vez si le hablaba sería muy evidente de que me atrae y pensará que la empezaré a acosar y ser un intenso y la verdad no quiero eso, así no se fije en mi para poder tener una relación me gustaría que al menos Isabella fuese parte de mi vida como una gran amiga o incluso mi mejor amiga, odiaba la idea, vivir con corazones en mis ojos al ver a mi mejor amiga. Dios no podría con eso.

Durante un largo tiempo veía que estaba conectada en el chat, abría su ventana y quería hablarle.

En algunas ocasiones logré sacar el valor para hablarle y tratar de hacerle la charla pero nunca sabía que decirle y las conversaciones morían, odiaba mi timidez y que no pudiera ganarme su confianza, me hubiese gustado en ese momento hablar día y noche con ella.

Era realmente increíble la forma en cómo Isabella con un solo "Hola" podría hacer aparecer en mi las sonrisas más grandes y verdaderas que jamás hayan visto en mi rostro, pero yo no podía enamorarme de ella, simplemente no debía dejar que el sentimiento avanzara, no debía dejar que mi corazón latiera tan rápido por ella cuando ella a penas sabe de mi existencia, la acabo de conocer  y no podría soportar escuchar en un futuro el "Te quiero como solo un amigo".

Aún así con esa duda y con ese miedo tuve días en los que hablábamos pero era muy poco, quería que me viera como su amigo y si algo pasaba en el futuro sería realmente genial.

Pero entre conversaciones que morían y no podían volver a levantarse me empecé a dar por vencido y a tratar de dejar mi sentimiento a un lado por difícil que fuera, cada foto que Isabella subía, cada publicación, cada me gusta a mis publicaciones me derretían, pero no podría dejarme ilusionar, era consciente de que solo era un amigo y no pasaría de ahí.

Pasaron unos cuantos días sin que habláramos, bueno en realidad no es que ella y yo interactuáramos todos los días, pero si había pasado mucho tiempo desde la última vez que nos dirigimos la palabra por chat. Durante ese tiempo yo habría conocido a Ángela, una gran chica, divertida, no era como Isabella pero de una forma u otra despertó algo en mí, Ángela era una chica que si debo admitir me atrajo y me gustó, estuve hablando con ella durante algunos días, tal vez meses, con ella había algo extraño las conversaciones nacían de la nada y podíamos pasar horas continuas hablando de puras locuras, nos hacíamos reír mutuamente y venga! Que Ángela había logrado atraerme, me gustaba, no tanto como me gusta Isabella, pero... Yo con Isabella no podría tener una oportunidad por más que quisiera y la situación con Ángela no es que vaya tan mal, al parecer ella y yo nos atraemos mutuamente.

No estoy seguro de que pasará pero debo pensar bien las cosas...

Todo sin ser nadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora