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El Alfa llegó a un lado de su madre, perdido en sus pensamientos y con un aroma que no había sentido antes y mucho menos en su hijo.

- donde estabas Mew Suppasit?-

- solo llevé las verduras como pediste pero cuando venía de vuelta choqué sin querer con un Omega hermoso el más lindo que jamás había visto, tanto así que mi lobo no deja de pedir por el-

- hijo será que el pueda ser tu destinado?-

- no lo creo mamá, es un chico rico se ve que tiene mucho dinero y también un Alfa así es que es mejor que lo olvide-

- no sé qué decirte hijo, porque si el es de otra clase difícilmente se fije en tí y solo te hará sufrir  -

- mamá y cuál es el otro pedido que tengo que entregar?-

- es en la mansión del general Kanawut, el Alfa anciano que trabaja en su cocina está enfermo y nos pagarán extra por llevar las cosas hasta allá -

- ok mamá entonces lo llevaré -

La caminata hacia la mansión era algo larga así es que decidió parar y descansar un momento, para luego seguir su camino, cuando llegó el guardia que custodiaba la entrada lo dejó pasar indicándole la entrada trasera que daba a la cocina para que pueda dejar el pedido, este fue revisado por la anciana Omega que allí se encontraba y luego le pagó el dinero acordado más una jugosa propina, agradeció a la mujer y decidió marcharse cuando pasaba por el gran jardín pudo ver una pequeña banca que estaba rodeada de flores allí se encontraba el hermoso moreno que se había encontrado horas antes, quiso seguir e ignorarlo no quería que lo fueran a castigar por mirar al Omega de otro Alfa y mucho menos darle alas a su lobo de soñar con alguien que jamás podrá tener porque aunque todo en el le gritaba que era su destino obviamente alguien de su altura no se fijaría en el, si nisiquiera sabía leer tampoco está bien vestido y es consciente de que no es nada ni nadie para poner sus ojos en el bonito Gulf Kanawut, eso solo lo hará sufrir.
Quiso apresurar el paso pero jamás esperó que el propio Omega lo detuviera.

- es...espera no te vayas aún -

- que desea joven- bajando la cabeza no quería que el chico se sienta insultado porque alguien de tan baja categoría lo mire a los ojos.

- n..no hagas eso, mirame por favor- tocando su rostro

- es mejor que me vaya-

- espera, lo que dije era cierto sabes si tú quieres yo puedo enseñarte a leer-

- d..de verdad?-

- claro... Hola soy Gulf-

- ya...ya lo sé pero no sé si debas acercarte a mi -

- como te llamas ?-

- Mew, Mew Suppasit-

- Un gusto Mew, entonces te gustaría aprender?-

- a..si si me gustaría pero no quiero causarte problemas-

- no lo harás, veámonos hoy a las 19;00 hrs en la cascada de la luna, sabes cómo llegar, está cerca de aquí -

- si, se dónde queda allí estare -

Y sin más el humilde Alfa se marchó antes de que lo vieran.
No sabía porque había aceptado, pero en el fondo la idea de estar cerca del moreno fue lo que lo motivó a decir que si, así es que decidió apurar el paso porque si quería llegar con el Omega debía llevar a su madre a casa primero.

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Gulf no podía dejar de pensar en el joven que acababa de irse, era lindo y con una mirada que solo reflejaba nobleza, no le importó su clase pues el podía sentir que era una persona de buen corazón, solo debía ver más allá de su ropa y zapatos gastados.
No sabía en qué momento las ganas de estar a solas con el fueron más fuertes que cualquier otra cosa, además hoy su padre iría a una reunión por lo que no le será difícil escaparse.
Preparó un pequeño bolso donde guardó unas tarjetas con letras unas libretas un par de lápices y gomas para borrar, luego de eso fue a la cocina y cogió una manta unas galletas una botella de jugo y dos trozos de pastel que puso en la canasta que había preparado, se puso una camisa sencilla y tomó una capa para cubrirse del frío siendo las 18: 45 salió rumbo a la cascada para esperar a Mew, mientras que el Alfa caminaba rápidamente lleno de dudas pensando está bien, está mal, no lo sabe, pero le dio su palabra a Gulf y va a cumplir.
Aún no se veían las primeras luces del atardecer cuando ambos estuvieron frente a frente, fue algo mágico, pudieron observarse y apreciarse sin prisas sin que nadie se interponga entre ellos, sintiendo esa atraccion inexplicable que los encerraba dentro de una burbuja donde solo estaban ellos dos.

- Hola-

- Ho...hola, la verdad yo no sé que hago aquí, tal vez deba irme-

- no..no por favor yo quería verte, Mew-

- pero si tú Alfa nos descubre me castigarán-

- Jackson? El no es mi Alfa-

- pero todo el pueblo sabe que ustedes...son -

- el solo ha pedido a mi padre permiso para comenzar un cortejo nada más, pero el no es mi destinado-

- disculpe Joven Gulf pero eso no es de mi incumbencia, yo creo que no deberíamos estar aquí -

- vi como mirabas el libro, tus ojos se iluminaron por eso me ofrecí a enseñarte a aprender, era sincero cuando te lo dije-

- pero creo que ya estoy algo viejo para eso, es incluso ridículo-

- no digas eso, nunca es tarde para aprender, ven siéntate aquí- señalando la manta a cuadros que estaba en el suelo.

-permiso- tomando asiento.

- entonces Mew cuéntame conoces las vocales?-

- si y también parte del abecedario-

- perfecto pues no será tan difícil avanzar y para hacértelo más sencillo traje esto- sacando unas tarjetas con letras.

- Mew podrias mostrarme cuales son las letras que conoces y nombrarlas?-

Para sorpresa del Omega, Mew conocía bastantes letras y era capaz de formar un par de palabras como, sol , mamá, té y papá, lo que hizo mucho más fácil las lecciones que el moreno preparó para Mew, quien estaba muy contento ya que se había dado cuenta que era muy inteligente y aprendía muy rápido. Una vez terminada la lección el moreno saco las cosas que traía para comer y sirvió dos vasos de jugo

- sírvete lo que quieras Mew-

- gracias, por todo, mmm me gustó mucho la clase de hoy-

- también a mi Mew, aprendes muy rápido lo sabías -

el castaño aceptó gustoso la rebanada de pastel que le acercó Gulf pero no quería comerla pues sabía que su madre hace años que no comía pastel y decidió guardarlo para que lo comieran juntos

- no te gusta el pastel?-

- si es solo que me gustaria llevársela a mi madre, hace mucho que no prueba algo así -

Gulf sientio mucha ternura por el Alfa así es que decidió empacar su rebanada y dársela como regalo para su madre.

- no ... Vas a comerla -

- no Mew y no me gustaría llevarla de vuelta ya que como me iré rápido puede arruinarse-

- gra...gracias a mamá le gustará mucho-

- de nada Mew, creo que ya debemos irnos, ya es muy tarde-

- te acompaño?-

- si gracias-

Lo que duró el camino ambos hablaron un poco de sus vidas se sorprendieron lo bien que se sentían juntos y como sus lobos se agitaban cada vez que se sentían cerca del otro, haciendo cada vez más clara la necesidad de estar cerca, de permanecer así para siempre.


Lo dejarías todo por mí?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora