Siempre fui un hombre de moral intachable, pero la vida me había llevado a un callejón sin salida. Las deudas me apretaban el cuello y la desesperación se había convertido en mi compañera constante. Fue en ese momento de desesperanza cuando conocí a Daniel, un antiguo amigo de la infancia que parecía tener una salida a mis problemas.
Daniel siempre fue un espíritu libre y aventurero. Habíamos perdido contacto a lo largo de los años, pero cuando nuestras vidas se cruzaron nuevamente, su mirada astuta y su sonrisa pícara me hicieron sospechar que él tenía algo más que ofrecer.
Después de un par de cervezas y risas nostálgicas, Daniel mencionó vagamente la posibilidad de un "trabajo" que podría cambiar nuestras vidas para siempre. Me quedé perplejo ante sus palabras, pero mi curiosidad superaba cualquier juicio moral que pudiera tener.
"¿Un trabajo?", pregunté con incredulidad. Daniel asintió y me explicó que tenía contactos en el mundo del crimen y que había una oportunidad única para todos nosotros. Una oportunidad que no podíamos dejar pasar.
Mis pensamientos se enredaron mientras consideraba las implicaciones de lo que Daniel me estaba proponiendo. ¿Podría realmente convertirme en un ladrón? ¿Podría traicionar mis principios y arriesgarme a perder mi libertad? Pero las deudas y la falta de perspectivas me empujaban cada vez más hacia el abismo.
Daniel me prometió que todo saldría bien. Que estaríamos en buenas manos y que nada saldría mal, siempre y cuando siguiéramos el plan al pie de la letra. La idea de una vida sin preocupaciones comenzó a seducirme.
Después de mucho pensarlo, decidí que era hora de tomar un camino diferente. Estaba cansado de luchar, de vivir al límite. Tal vez, solo tal vez, este robo podría ser la solución a todos mis problemas. Además, Daniel me aseguró que no habría víctimas, que solo tomaríamos lo que merecíamos.
Así que tomamos la decisión de embarcarnos en esta peligrosa aventura. Sabíamos que el camino sería oscuro y lleno de riesgos. Pero también sabíamos que, si teníamos éxito, nuestras vidas cambiarían para siempre.
Y así, en ese momento, comenzó nuestra historia de robo. Un viaje hacia lo desconocido, donde nos enfrentaríamos a nuestras propias sombras y desafiaríamos las leyes de la sociedad. ¿Qué nos depararía el destino? Solo el tiempo lo diría.
