Todo era blanco, extremadamente blanco. No escuchaba nada más que el agua que entraba por mis oídos al flotar boca arriba. No tenía miedo, en cambio estaba tranquila en ese lugar si es que lo puedo llamar lugar pues era infinidad de blanco y el agua tampoco parecía tener final.
Quise nadar un poco pero sentí miedo abrumador al ver al "fondo del agua" la oscuridad me acariciaba los pies, no podía ver más allá. La insertidumbre de que hay abajo me causó terror, así que volví a flotar y ver el blanco del "cielo".
Me pregunté a mi misma "¿Por qué regresé a la posición inicial?" y lo hago porque ya había hecho esto antes pero es como si se borrara esa valentía si lo puedo llamar de esa forma. No me puedo quedar así debo de hacer algo pero... Flotar me hace sentir... Bien.
Algo salio del agua a lo lejos, parecía una isla, una base, parecía tierra firme o algo así. Pensé un poco en ir hacia allá o quedarme aquí, se que la mejor respuesta es la primera pero sigo con miedo.
Decidí flotar verticalmente y sentí frío en mis dedos de los pies, no quise mirar pero sabía que la oscuridad estaba avanzando. Más temor llenó mi cuerpo pero tenía que ir a esa tierra.
Empecé a nadar no me cansaba y no me detenía pero parecía que la isla se alejaba pero yo seguía nadando, había algo malo que no entendía.
Nadé por mucho tiempo, no me estaba cansada pero no me acerque nada a la isla pero la oscuridad si se acercó a mi, me llegaba a los muslos. Tenía que seguir nadando o me me congelaria.
Dejé de nadar pues parecía inútil y además de que la oscuridad llegaba a mi mi pecho pero en verdad quería llegar a la isla ya no por miedo que me causaba la insertidumbre de la oscuridad, si no el no saber que hay en la isla.
Sentí que podía apollarme en el agua, como si fuera un sólido. Logré pararme por completo, después de eso el agua era tan calmada qué parecía piso. No resbalaba.
Camine hacia aquella isla, no me tomo mucho tiempo ni siquiera más de 15 pasos largos. Al tocar tierra el lugar no media más de 3 metros de área.
Estaba confundida, de verdad me movia o la isla se movía. No tengo idea pero ya estoy aquí en esta tierra firme. Me senté por unos momentos y me quedé dormida.
Desperté flotando, esta vez en el aire. Me sentía fuerte y libre, podía moverme a donde quisiera, al agua o a la isla o incluso más allá. Era perfecto.
Hasta que caí.
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Lauren
SpiritualLauren ama el color blanco. El agua tibia y donde apoyarse para descansar y relajarse. No le gusta el color negro, odia el frío y se esfuerza mucho por no estar cerca de su miedo.