EL ARTE DEL AMOR Y LA GUERRA

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Rosetta se encuentra peinando a Lily.

—¿Crees que hice lo correcto, Rosetta? —Pregunta después de soltar un suspiro.

—No lo sé, señorita, pero si la hizo enojar tanto y le mintió en cuanto se conocieron ¿en serio cree que vale la pena darle una segunda oportunidad? — continúa cepillando el cabello de Lily.

—Bueno, pasare el resto de mi vida con él no puedo estar enojada para siempre, además tal vez me apresure a formar mi percepción de él—se para y la ve de frente

—Tal vez— aprieta el cepillo con enojo e inhala profundamente y se va, entra Margarette.

— Escuche que tendrás visitas hoy—le sonríe—me alegra que intentes conocerlo y que no estes molesta—se acerca y pone sus manos en los brazos de Lily.

Lily se desplaza por la habitación alejándose.

—no te equivoques, si lo estoy, no contigo obviamente—dice dándole la espalda y ocultando una sonrisa.

—Bien, disfruta tu té o mejor dicho de tu cita —Se retira de la habitación.

Lily se sienta en su cama y suelta un suspiro con un cojín sobre sus piernas.

—Tal vez no es una bestia, tal vez es agradable—empieza a hablar consigo misma.

Rosetta entro a la habitación haciendo una pequeña reverencia – Señorita Lily, el Joven Damián ya vino y se encuentra en la sala de estar

Lily asiente y sale de su habitación.

Damián se encuentra parado en medio de la sala con un ramo de flores en las manos y sonríe cuando entra Lily.

a ti no te conozco—dice Lily al entrar haciendo que Damián ría ligeramente —¿Quién eres? Y ¿Qué haces aquí? —

—Estas en lo correcto, mi nombre es Damián y no me conoces porque yo no vivo aquí, y estoy aquí para conocer a mi futura esposa—le contesta.

—¡vaya! Que sorpresa, pues bien, me presento soy Lily tu futura esposa—dice fingiendo sorpresa —Parece que tome una buena decisión al dejar que nos reuniéramos—dice Lily al entrar haciendo que Damián ría ligeramente.

—Entonces creo que los dos hemos tenido buena suerte —le ofrece el ramo de lirios—Para ti, en el lenguaje de las flores las amarillas son para pedir perdón por malentendido.

—Gracias son hermosas, parece que no eres tan insensible como pensé —Las observa y se las entrega a Rosetta haciendo que por primera vez Damián la mire haciendo que ella contenga la respiración —ponlas en agua por favor, Rosetta—Rosetta asiente las toma y se retira para colocarlas en un jarrón.

—No sabia que Rosetta trabaja contigo—Dice Damián.

—¿La conoces? —dobla ligeramente la cabeza con curiosidad.

Rosetta que se acercaba a la habitación se detiene y se oculta para escuchar la conversación.

—Bueno es algo similar, soy amigo de su primo la he visto un par de veces y hemos hablado poco—al escuchar esto Rosetta se entristece, y se lleva la mano al pecho sintiéndose dolida.

—Oh, entiendo—dice Lily y se sientan esperando el té.

Rosetta se acerca con una tetera y unas tazas de té esta empieza a servir el té a ambos, pero mientras servía el té de Lily se le derrama pues estaba más concentrada en ver por el rabillo del ojo a Damián. Debido a ese pequeño accidente el vestido de Lily se termina manchando un poco.

LIRIOS CAIDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora