𝑺𝑪𝑹𝑬𝑨𝑴 || Tara Carpenter. [CANCELADA]

¿Blood Macher?

『SCREAM. TARA CARPENTER』

La chica estaba esposada a una mesa en un cuarto que parecía de fbi, como de las series de investigación como Hawai-5-0.

A los pocos minutos entro la oficial Judy con cara que no la quería volver a ver en su vida. —Blood Macher Riley, de nuevo por aquí.

—No a oído el dicho, yerba mala nunca muere, Señora Judy. — dijo mientras daba una sonrisa muy sarcástica.

—Soy la oficial Hicks para ti.

—Claro y dígame me va a volver a arrestar por consumir drogas.

—Se le acusa de a ver dañado a la señorita Tara Carpenter con un cuchillo y una máscara de Ghostface.

—Que yo no lo hice, para que quisiera matarla, no la veo hace años.

—Eres una Macher, es tu destino ¿no? Al igual que tu padre.

—No mencione ni mi apellido y muchos menos a mi padre.

—Pues, quedará arrestada hasta que podamos tomar la declaración de la señorita Carpenter, hasta luego. — dijo mientras salía de la habitación.

—Cuide mucho a su hijo Hicks — por un momento la agente mayor se detuvo a escuchar por completo la oración de la temida Bood. —Los secundarios también pueden morir — agregó con una sonrisa en su cara.

Hicks que estaba parada, siguió su camino y cerró muy fuerte la puerta para que vean su "poder" en la estación de policías.

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La chica estaba encerrada en la celda de la estación, tenía una venda amarrada en su brazo por el corte que le hizo el nuevo Ghostface.

A los pocos minutos entro Dewey muy preocupado por la situación de su sobrina.

—¿Qué es lo que pasó?, te dije dije que no te metieras en problemas.

—Wow gracias tío, si estoy bien, gracias por preguntar — dijo sarcásticamente.

—No estoy para tu sarcasmo ahorita.

—Vamos tío, tú muy bien sabes que jamás haría eso.

—Ya no se que pensar cariño. Te prometo sacarte de aquí. — dijo dándole un beso en su cabeza y despidiéndose de ella.

La pelinegra solo dio un suspiro, estaba harta de todo eso, solo por ser la hija de un asesino significa que ella debe seguir los pasos de su padre.

Tal vez ella sea hija de dos personas que tuvieron caminos distintos. La madre de la víctima y el padre el asesino, esta podía seguir uno de los dos caminos. Pero que pasaría si ¿esta escoge ambos?

Mientras tanto en Modesto, California

Una chica de cabello castaño, estaba afuera de una tienda donde trabajaba. Tenía pastillas en la mano, abrió la botella, sacó varias pastillas y se las tomó.

De pronto, apreció detrás de ella un chico, aparentemente era su novio.

—Perdón señorita, ¿Qué se tomó?

—Las pastillas que te la paran — respondió con una sonrisa. —Sin ellas, no sé si te funcione.

—Tú, tu eres mi pastilla mágica.

Ambos se rieron y negaron con la cabeza. —No. No — dijieron ambos.

El chico se sentó junto a su lado, esta lo agarró del polo que traía puesta y se acercó a el para darle un beso.

—¿Estas bien? — preguntó.

—Sí. — en ese instante sonó el celular de la chica pero esta rechazó la llamada. —No tienes que preguntarme todo el tiempo, se cuidarme sola.

—Si, ya lo sé.

Al ver que no contesto la llamada, recibió un mensaje de un número desconocido.

—Soy Wes Hicks. No sé si me recuerdas. Llámame es sobre tara. — dijo el mensaje que le llegó.

—Es en serio. — mencionó.

No la pensó y llamó rápido al número que le había escrito.

—¿Sam? — dijo una voz gruesa.

—Hola, ¿Qué pasa?

—A Tara, fue atacada.

—¿Qué? ¿Ella está...?

—Esta viva, pero un poco delicada; fue apuñalada.

—¿Apuñalada?

—Sobrevivió a la operación y el doctor dijo que salió bien, ahora esta descansado. Se que no están en buenos términos, pero...

—Ya voy para allá.

—Se va a recuperar, Sam. Te veo pronto.

—Oye, no Wes.

—¿Dime?

—¿Hay algún sospechoso?

—Creo que es mejor qur vengas.

—Wes.

—Dijo que fue alguien con la máscara de Ghostface.

Esta colgó la llamada, esta en shock, tenía tantas cosas en la cabeza. —Mi hermana fue atacada. Debo irme. — le dijo a su novio.

—Espera. Voy contigo.

—No. Richie...

—No, Sam. Voy contigo.

—De acuerdo.

—Si. — este la abrazó para que se pueda calmar.