ojos

4 0 0
                                    

Mientras espero el colectivo, me pongo los auriculares y el mundo vuelve a tener un poco más de sentido. Últimamente la música es la única que me tranquiliza y me entiende. Es mi medicina.
O no... el colectivo esta repleto. Okey... me quiero ir a casa a dormir,llorar y no ver a la gente.
Pero mi amiga dijo que no podia seguir cubriendome en el trabajo. Mierda.
Me subo, paso la tarjeta, y voy al fondo.
Una, dos, cinco canciones y el mundo se va pareciendo al que era antes de conocerlo...Normal, no tan oscuro,no tan insoportable.
Un anciano me pide permiso para bajarse y lo dejo pasar. Me saca de mi pensamientos y decido sentarme al lado de un atractivo chico. Se ve de unos veintitantos de años, pelo tan oscuro como sus ojos, barba y al parecer más alto..mucho mas alto que yo.
Pobre de mi. Lo estuve observando no se cuanto tiempo que se tornó para mirarme.

-Necesitas algo?- me preguntó.

-nno. Perdón. Me recuerdas a alguien. Pensé... no importa. Perdón.

Se dio vuelta para ver por la ventana y yo me baje tan deprisa que atropelle a dos mujeres y cinco paradas antes. Mierda

No llores. No llores. Por favor. Quiero volver a mi casa y no tener esta estúpida sensación de vacio. Es imposible. Estoy llorando en medio de la calle. Otra vez recordándolo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 12, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

WaitingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora