🏵️3er día🏵️

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Masturbación

Siento los brazos de Lino abrazando y apretando mi pobre cuerpo. Siento sus labios tocar suavemente parte de mi pecho al descubierto. Siento su calor necesario para sentirme seguro. Siento su cuerpo apegándose a mí. Siento su respiración.
Acabo de tragar todo de él en mí. Me siento un animal salvaje, tranquilo por haberme comido a mi presa.

Siento los pequeños gruñidos de Rhin mientras da una vuelta para mantener su piel apegada a mi pecho y estómago.
Sonrío ante todo esta situación. Me siento alegre y orgulloso por tenerlo como mi omega.

El peli morado da una última vuelta para que quede frente a frente conmigo.
Estoy despierto, pero él no lo sabe. Y mejor

- Felix~ - en un susurro tan bajo, logro escuchar mi nombre siendo pronunciado por él.

Acerco mi rostro tanto como puedo y hago colmar un beso en aquellos labios que me hacen derretir.

El omega abre lentamente sus ojos para observarme y luego pestañear lentamente.

- Buenos días, mi vida. ¿Dormiste bien, amor?

- Buenos días, alfa. Dormí bien.

Entre susurros, nuevamente siento la respiración tranquila de Minho quien poco a poco se va despertando.

Con una de mis manos logro hacer tacto con la espalda contraria para después depositar besos en todo la zona de las clavículas. El menor comenzó a abrazarme mientras hacia lo mío.

- Felixie~, tengo hambre. - dijo con vibras de queja.

- Okey, pero levántate.

Me alejo lo más que puedo para agarrar mis prendas que están en el suelo, porque no les dije que Minhonnie me las tiró algo lejos de mi alcance.

Después de haberme vestido, dirijo mis pasos hasta la cocina a ver qué puedo cocinar como almuerzo.
Sobre la mesada encontré una batidora junto con una cuchara. Luego, me encaminé hacia la heladera y ahí había de todo; desde chocolate en barra hasta... ¿huevos? ¿Quién carajos guarda huevos en la heladera?
Da igual, agarré un poco de tocino que encontré casualmente allí y los huevos.

- Lixie-hyung~ - escuché la dulce voz de Lino entonando mi nombre.

- ¿Te pasa algo?

- Tengo hambre~ - cantó.

- Te cocinaré lo más simple que se me venga a la cabeza y espero estés feliz con el resultado.

- Sabes que siempre voy a estar feliz. Con un desastre pero lo estaré.

Sonreí y prosiguiente a eso lo besé.

Cuando termino hacer el pequeño almuerzo, veo a mi pequeño sentado esperando ansiosamente a su comida.

- Espero lo disfrutes, pequeñín.

El omega sonreía mientras iba comiendo, mientras que lo observaba con tanta dulzura.
Un detalle; recuerdo que Hyune me dijo que sus mejillas pueden estar rojas intensamente y/o suavemente. Eso explica porque siempre tiene sus cachetes regordetes rojitos.

Cuando terminó, se acercó a mí, se sentó y empezó a mover sus caderas con los mismo movimientos que el primer día.
Ay mamá.

- Esto me provoca, Minho. Detente, si no quieres que tu trasero salga herido de nuevo.

El pálido no creo que haya escuchado ni la segunda parte, él solo se levantó, dio una media vuelta y se sentó nuevamente en mi regazo.

- ¿Te gusta lo que ves? - esa pregunta me calentó un poco. Minho debe saber que me la paso mal cuando hace ese tipo de cosas.

Un mes en celo                𓆙MinLix𓆙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora