Carencia de Amor (House of the dragon)

XIII

Los rumores ya habían corrido, la mayoria en Desembarco del rey sabía lo que había pasado en los jardines, nadie decía nada para seguir conservando su lengua, pues no iba a ser grato para el rey escuchar a los sirvientes hablando de su querida Elyssa, pero ninguno de los dos quedo ilesos pues eso había llegado a oidos de la reina, por seguridad de su hija había cambiado a su guardía protector y planeaba mandar a sir Lion a Harrenhal para disimular más las cosas, pero por supuestos Elyssa no estaba contenta con eso, se encontraba en sus aposentos triste por el cambió repentino de guardia y por la proxima partida de sir Lion

--Ya no se que hacer--dijo la albina triste con la cara enterrada en su cama, los otros tres albinos se miraron y luego la miraron

--Olvidarlo--

--Golpearlo--

--....No lo se--

Los tres aconsejaron a su hermana pero ninguno de los consejos le servia, y en unos días sería la boda de Luciryas, detestaba la idea de tener q ver a la Baratheon y a su "amigo" en su boda, siguió pensando en que hacer no quería dejar ir a Lion

--Las rosas se marchitaran al rudo golpe de un fuego feroz, un par de corazones en la distancia, un par de amantes en una imposible causa de amor--dijo una albina con un susurro inaudible, el albino de parche sonrió "No sería tan mala idea matar a Luciryas" fue su gran pensamiento

--Helaena en este momento no estoy dispuesta a escuchar tus profecias--dijo el albino mayor, recibiendo la mirada de los menores, el menor solto un gruñido molesto

--Pues vete--dijo el del parche, la mayor de las mellizas lo miró regañante, como si no quisiera que el mayor se fuera

--No creo que sea necesario el echar a nuestro hermano de MIS aposentos--dijo ella mirando fijamente al menor y recibiendo la mirada de asombro de los tres--Estamos los cuatro juntos, despues de tanto tiempo estamos aquí sin preciones o por obligación--recordo ella a los otros tres

Los cuatro estaban en los aposentos de Elyssa, haciendo cosas diferentes pero compartiendo palabras, algunas sonrisas y una que otro risa, pero no duró tanto tiempo pues todos tenian sus responsabilidades, la albina salió de sus aposentos encontrandose con sir Lion caminando por el pacillo

--Mi princesa--saludo el con un tono tenzo, ella lo miró como si no quisiera que el dejara Desembarco del rey y no lo quería

--Sir Lion... Eh oido que se ira a Harrenhal en unos días--dijo con un tono bajo, el castaño la miró con ojos de suplica como si pidiera que no hablaran de eso

--Así es mi princesa--dijo el con un tono aun más bajo, ambos quedaron en silencio sin dejar de mirarse--Lamento que sea así mi princesa, lamento haberla deshonrado en los jardines--expreso sus disculpas con la mirada desviada

--Usted no debería disculparse sir Lion, yo quise besarlo--explico ella con una leve sonrisa--Usted es tan amable y frágil, jamas podría dañar a alguien por elección propiá o que no sea por impulsos--dijo ella tomando su rostro suavemente, el desvió la mirada avergonzado, no se sentía merecedor de ella

--Fueron mis impulsos los que me convirtieron en soldado en contra de mi propiá voluntad--dijo el con la mirada desviada y con los ojos llorosos, ella lo acerco y beso su mejilla y la acarició

--Jamas podría creer que alguien tan amable y frágil podría herir a alguien por voluntad propia--dijo la albina con una leve sonrisa sin creer en las palabras del soldado que ya estaba soltando lagrimas

--Usted no me cree.. pero tengo demasiados secretos mi princesa y despierto con el miedo de que al decirselos usted ya no quiera saber algo de mi--dijo el dejando caer su cabeza en el hombro de la chica sintiendo sus dedos en su cabello

--Jamas podría querer eso mi Pequeña Paloma--dijo ella con un tono tranquilo con intenciones de calmarlo--¿O debería llamarlo Sabuezo como todos los demas?-dijo ella riendo levemente y el joven quito su cabeza con una cara de pocos amigos a la vista

--Por favor no mi princesa--pidio el castaño con un tono quebrado haciendo reir a la joven, ambos se quedaron en silencio por un buen tiempo

Ya no querian decir nada, solo querian quedarse así por mucho tiempo, en los brazos del otro ellos se sentían comodos, pero ya era momento de irse, Lion debería irse en unos días y Elyssa tendría que seguir sus deberes, y ya se encontraba en la biblioteca mirando los libros con desinteres

--Supongo que aun estas de luto--dijo la voz de su querido hermano, dandose la vuelta se encontro con su ojo y un parche

--Luto no es la palabra que yo usaría--expreso con un tono ligero y lo vió directamente al ojo, el chico se paro de su lugar y se dirígio hacia ella y la miró directamente hacercandose más

--¿Y como lo llamarías?--pregunto el en un pequeño susurro audible para ambos, quedaron en silencio por un tiempo hasta que el menor le entrego una carta

Princesa Elyssa, la casa Tyrell y la casa Baratheon la invita cordialmente a Bastio de Tormentas en honor a la boda de lady Ellyn Baratheon y lord Luciryas Tyrell, su precensia nos honraría a ambas casas por lo que estaremos esperando su llegada.

--Elian Tyrell--

--El realmente espera tu llega--dijo con otra carta en la mano y con una sonrisa burlona, la albina lo miró severamente y con desaprobación

--Era de esperarse que los Tyrell y los Baratheon nos invitaran a la boda--dijo con un tono de asco mirando la carta--Esto no es más que unas palabras de amabilidad de los Tyrell, si fuera por Lord Borros no haría esta boda y simplemente dejaría que su hija abra las piernas para el príncipe de las rosas--dijo ella tomando bruscamente la carta que Aemond tenía en la mano, abriendola y rompiendo el sello de rosa

Mi querida princesa, me han dicho de su proxima llegada a Highgarden y mi sonrisa ha sido notoría para más de uno, pero aun así se que mis proximos días no seran a su lado, pero quisiera tener un momento a su lado mi querida princesa, le tengo preparada una sorpresa en cuanto llegue a Highgarden. Espero con ancias su llegada.

--Luciryas Tyrell--

--No puede ser--dijo la albina sobandose la sien mientras su hermano sonreia burlonamente en su dirección--Es totalmente estupido--expreso la joven con unas ganas inmensas de quemar la carta

--Supongo que su pobre corazón pide por ti--burlonamente Aemond dijo esas palabras, la joven simplemente se dio la vuelta

La cena fue bastante aburrida para todod, su abuelo Otto no dejaba de molestar con el tema de Lion, su madre trataba de desviar el tema, Aegon bebia como un enfermo, Helaena decía cosas incomprendibles y Aemond solo estaba a un lado de ella tomando su mano, ya no quería estar en el comedor y finalmente acabo todo y ya estaba en sus aposentos

--Mi princesa, los tocados ya fueron acomodados--dijo su doncella sacandola de su trance, la doncella se retiro y la joven tomo la carta en su mesa

Acercandose a la chimenea con pasos lentos, dudando si quemarla o no termino tirandola con molestia, sentandose al pie de su cama la miró arder, simplemente no quería pensar en el príncipe de las rosas en estos momentos

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