amar a la princesa ; 𝗹𝗶𝗽𝘀𝗼𝘂𝗹 𝗔.𝗨

13

residencia ha.

─ lo deberías haber visto, es que... ¡me trató cómo si fuera uno de sus estúpidos sirvientes!

el pelinegro rodó sus ojos por décima vez en la media hora que lleva "conversando" con ha sooyoung─ sigo sin entender la razón exacta de tu amargura, sooyoung. pareces un perro rabioso escupiendo incoherencias ─dijo, tajantemente, alzando sus hombros desinteresadamente cuando la chica lo miró ofendida─. te guste o no, tengo razón, tú sóla te lo buscaste, sabes muy bien cómo es mí hermana y-

─ está enamorada de una plebeya ─lo interrumpió sooyoung, haciendo que el chico se ahogara con su propia saliva y tosiera, haciéndole sonreír victoriosamente.

─ d-debes estar bromeando, sé que mí hermana siempre ha sido muy complaciente con sus sirvientes, pero no creo que...

el estruendoso choque de la puerta del sarangchae de la joven princesa, siendo nada más que kim jungeun quien irrumpía la habitación tan agresivamente, congelando a ambos jóvenes presentes con tan sólo una mirada.

─ dejen de hablar tantas mierdas ─inquirió, apretando su mandíbula de manera casi amenazante─. jungwoo, vámonos, tengo que presentarte a alguien.

─ ¡s-sí! enseguida.

se preguntarán: "¿pero cómo reaccionó la jinsol a lo de sooyoung?"

bien, la pelinegra se encerró en su habitación desde aquél día, sin querer salir, y mucho menos que alguien entre, a excepción de heejin, quien estaba con ella todo el tiempo ya que no tenía nada muy importante qué hacer.

jinsol estaba demasiado asustada, no tanto con sooyoung, sino más bien con jungeun. aquella actitud tan arrogante y aterradora con la que trató a la princesa ha, tan diferente a como la trataba a ella, la había horrorizado en sobremanera. ¿y si por un pequeño error le hacía lo mismo a ella? e incluso, el hecho de que heejin le haya dicho que es algo "normal" había hecho que se asustara aún más.

─ pero... no te estoy diciendo que sea algo de todos los días, jinsol, te digo que es normal que se comporte así con la joven princesa sooyoung y demás personas ─aclaró la castaña, intentando tranquilizar a su mayor lo más que podía, aunque en realidad, era cierto.

─ eso es muy malo...

─ no conoces a esas personas, jinsol ─le dijo, jinsol agachó su cabeza, después de todo, tenía razón─. se me hace raro que defiendas a la señorita ha sooyoung cuando te trató tan mal, ¡hasta te golpeó, sin razón!

─ ella si tiene sus razones, hee... ─la nombrada apretó sus labios, lo sabía, todos lo sabían. casi como una obsesión, sooyoung sentía cosas demasiado fuertes y peligrosas por kim jungeun.

la puerta de la habitación de jinsol fue tocada suavemente. ambas chicas se miraron, heejin como preguntándole si podía abrir, y jinsol buscando una respuesta. finalmente, la pelinegra asintió, algo dudosa. heejin se levantó de su sitio y fue con tranquilidad hacia la puerta, abriéndola y encontrándose con su tío al abrirla.

─ disculpe las molestias, señorita jeong, pero el joven amo necesita ver-

─ no quiero ir ─respondió fríamente, interrumpiendo al señor minho casi abruptamente─, discúlpeme señor minho, pero... dígale que no quiero salir de aquí hasta estar lista ─se corriogió, apenada, agachando un poco su cabeza.

─... está bien, joven sastre, le comunicaré lo que me ha pedido.

el señor hizo una ligera reverencia, sonriendo serenamente y retirándose. jinsol y heejin dejaron salir un fuerte suspiro.

─ iré a ayudar a mamá con la comida, nos vemos luego ─le dijo heejin a su amiga, quien asintió. la castaña hizo una peque reverencia y se fue.

espero y el príncipe no se moleste...

─ ¿qué ha dicho qué?

─ jungeun... ─intentó su pequeño hermano al verla empezar a alterarse.

─ no, tú cállate y quédate aquí ─le ordenó tajantemente, casi exclamando entre dientes─ si no la puedes traer tú, lo voy a hacer yo.

kim, con una voz en su cabeza diciéndole que estaba actuando mal, se levantó de su puesto, caminando con pasos fuertes hasta llegar a la puerta de jeong.

¿quién se cree que es para exigirme cosas? se dijo mentalmente, abriendo la puerta sin siquiera preguntar, encontrándose de inmediato con los ojitos claros y asustados de jinsol.
jungeun se acercó de una forma tenebrosa hasta quedar a la altura de jinsol (que estaba sentada en el piso) y la tomó por detrás de su cuello con fuerza, expresando nada más que disgusto con sus ojos rojizos y su mandíbula tensa.

─ no tienes ningún ni poder para exigirme nada, jeong jinsol ─musitó furiosamente, entre dientes y ante la mirada asustadiza de su menor─. vas a hacer lo que yo te exija, lo quieras o no.

...