Campamento de recuerdos

417 23 13
                                    

En el jardín, sentada sobre uno de los canteros, sombrero en mano, Serena reflexionaba sobre lo que pasó momentos atrás, el chico a quien vino a buscar no la reconoció ni la recordó, solo veía en su cara una mezcla de frustración, miedo y furia que lo hacían esforzarse de más para vencer en el gimnasio de ciudad Hakudan.


-¿S-serena? Ten- Cuando alzó la mirada allí estaba Eureka con el pañuelo de Satoshi en sus pequeñas manos y un nerviosismo que le hizo pensar ¿Qué tipo de cara le estaba mostrando para que alguien, alegre y valiente cómo ella, estuviera acercándose con cuidado?


La escena la relajó y volviendo a la pieza de tela por fin le habló a la niña.


-Eureka... ¿Me podrías pasar el pañuelo rosado de mi mochila?-


-¿Y éste por qué no?-


-Es una historia algo larga...- Tomó el pañuelo de las manos de su amiguita, mientras ella abría la mochila buscando la prenda que le pidió, pero no se esperó oír otra voz en ese jardín.


-¿Crees que me puedas contar esa historia? Por favor Serena, suena muy interesante ¿Puedes?-


-Si quieres podemos dejar a mi hermanote de lado y hacer esto una charla de chicas-


-¡Voy a avisarle a mi hermano que no salga del Centro Pokémon!- Salió volando la rubia como si velocidad extrema supiera volviendo en menos de diez segundos -¡Listo! Hehehe--¿Por dónde debería empezar?-


-Me gustaría saber por qué es tan importante el pañuelo- La insistencia de la más joven le recordó a su tiempo en el campamento nuevamente y del encuentro accidentado con el niño azabache, terminando con el cómo este le dejo su pañuelo en la pierna por varios días para que su pierna sanara bien del pequeño rasguño que se hizo.


-¡Qué romántico! Sabía que no debía pedirte ser la esposa de mi hermano-


-¿¡Cómo!?-


-Nada, nada. Tú sigue- Respondió rápido simulando inocencia -Pero debe haber algo más, solo por eso no tendría que ser sagrado-


-Lo sé, a eso iba- Dijo algo incomoda por lo que iba a contar a continuación, ya que Eureka lo conocía -Luego de eso supe su nombre, ya sé que dije que me lo dijo cuándo me ayudó, pero en ese momento estaba concentrada en el dolor que sentía que no le presté atención-


-Entonces ¿Quién te lo dijo?-


-La enfermera del campamento, si no me equivoco también se llamaba Joy-


-Es como aquí, todas las enfermeras son familia y se llaman todas Joy, ¿Cómo se llamaba el chico?- Eureka estaba desesperada por seguir oyendo la historia de su amiga y la empujó nuevamente al tema central.


-Se llamaba Satoshi y era oriundo del lugar del campamento, Pueblo Masara-


Six d'AmourDonde viven las historias. Descúbrelo ahora