Capítulo 2: Min Caliente.

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Yoongi veía una y otra vez el número de teléfono de Jimin sin saber que mierda debería hacer.

Hace unos meses, Yoongi le había mandado un "hola" casual que Jimin jamás respondió lo que lo hizo descepcionarse un poco, pero sabía la razón.

Él era Min Yoongi, reconocido por ser el capitán irritante y un dolor de culo según sus compañeros de equipo y no le molestaba en lo más mínimo pues le encantaba generar miedo en ellos, bueno, excepto cuando se trataba de Jimin.

Porque sí, el pelimenta estaba rendido bajo los pies de Park.

_¡Ya mándale un puto mensaje! _Aquella voz lo sobresaltó.

Hoseok, su mejor amigo, cayó sentado junto a él en el tercer asiento de la clase de Matemáticas.

_Shh, baja la voz _Yoongi lo regañó con ceño fruncido_ ¿A caso no prefieres difundirlo en los periódicos?

_Ay, Yoongi _Hoseok sonrío sacudiendo su cabeza y tomando su mentón_ .Los dos sabemos que Park te trae babeando desde que te aventó sopa en el almuerzo y tú ni siquiera te molestaste al ver sus ojitos de cachorrito.

Era cierto.

Yoongi recuerda estar comiendo tranquilo junto a la única persona que lo soportaba, osea Hoseok, y pronto sintió algo caerle encima. Todos los estudiantes y hasta la cocinera esperaban la paliza que Min le daría a su menor, sin embargo, cuando el capitán observó el rostro del causante se quedó flechado.

No sabía si era sus mejillas sonrojadas o su sonrisa apenada lo que causó un descontrolado bombeo en su corazón.

_Sus ojos no se parecen a los de un cachorro, bueno... _Min formó una diminuta sonrisa_ ,quizás sí.

_Dios, estás perdidísimo _Hoseok menea su cabello pelirrojo y deja sus pertenencias sobre el pupitre.

En ese momento, Jimin pasa por la puerta robándose la atención del capitán quien en seguida siente que su respiración se estanca en sus pulmones.

Park era tan encantador, tan perfecto a los ojos del mayor.

Jimin sonrió agitando su mano enérgicamente y Yoongi, con demasiada tímidez, levantó levemente su mano pensando que el saludo era para él, sin embargo, Jimin siguió de largo y se aproximó a un hermoso chico castaño sentado atrás.

Seguramente era uno de sus tantos ligues, pues Jimin era reconocido por ser una persona muy promiscua. Sus parejas sexuales a penas duraban unos días y sí, Yoongi tenía que cubrirse los ojos y calmar su lado rabioso cada vez que alguien se le acercaba, pero después de todo, si no estaba dispuesto a ser parte de la vida de Jimin tampoco podía entrometerse en esta.

_Auch, eso me llegó al corazón _Hoseok se golpeó el pecho.

_¿A quién engaño? Él jamás se fijará en mí _El pelimenta suspiró y rascó un papel de su libreta_ .Debe tener cientos de chicos con los que hablar.

_Sí, pero esos son desesperados que se desnudan con tal de conseguir un like suyo.

De pronto, Yoongi dejó de hacer cualquier movimiento y se detuvo a pensar.

_¿Crees que esa es la clase de chicos que a Jimin le gustan? _Preguntó curioso.

_¿Las zorras fáciles? _Hoseok enarcó una ceja burlón_ .Sólo mira y tendrás tu respuesta _Indicó con su cabeza la parte trasera del salón donde Jimin movía sus labios sobre los del chico.

Y Yoongi tuvo una idea.

...

Al salir de la escuela, Yoongi contó el poco dinero que le quedaba y se dirigió al centro comercial. Fue solo, claro que sí y esperaba no encontrarse con nadie teniendo en cuenta lo que buscaría.

Visualizó varias tiendas donde distintos maniquíes lucían ropa muy atrevida y cuando vió una falda color negra, se enamoró. Era simplemente perfecta y no puedo evitar imaginarse a sí mismo usándola, lo que lo cohibió un poco.

Tragó en seco antes de entrar y decir que buscaba algo para regalarle a su novia.

Pronto, tuvo a varias chicas a su alrededor sugiriéndole varias prendas unas más sugerente que otras y terminó por gastarse cada billete.

Cuando llegó a su casa, sus padres le preguntaron que había en las bolsas, pero antes de ser descubierto se encerró en su habitación.

Al fin se sintió a salvo.

Se limpió el sudor de la frente antes de lanzarlas sobre su cama y sentarse sobre la misma. Pasaron varios minutos en los que ni él mismo creía lo que había hecho.

Comprar lencería femenina.

¿Hasta dónde había llegado su enamoramiento adolescente?

Como se sentía observado y paranoico, decidió cerrar las cortinas y procurar que esté todo en orden.

Miró la bolsa repetidas veces con su respiración subiendo de nivel y contó hasta tres para extender su mano y sostenerla.

Sustrajo de ella la falda y las medias del mismo color que había comprado. Las acarició y sus dedos se deleitaron por la suavidad. Algo estaba mal, algo le vibraba en el pecho.

¿En serio lo haría? ¡Pero era tan vergonzoso!

Yoongi se recordó que nadie lo obligaba a hacerlo y que lo hacía porque así lo deseó. Así que, dejándose llevar, se ubicó frente al espejo y se deshizo de su ropa reemplazadola por aquellas sensuales prendas y también se puso unas orejitas de gatito que venían con el conjunto.

Su cuerpo era delgado y su piel era tan blanca que contrastaban a la perfección con el color negro. La falda le apretaba en la cintura y caía a los lados, a penas le cubrían su parte trasera y sus medias largas se ajustaban de tal forma a sus muslos que lo hacían lucir más grandes y deseables de lo que realmente eran.

Las mejillas de Yoongi se tiñeron de rojo por la vergüenza, sin embargo, se decidió a ignorarla por un minuto y recostarse en su cama. Sin más, abrió una nueva cuenta de Instagram y buscó a Jimin.

Era tan vergonzoso, tan vergonzoso.

¿Qué mierda hacía?

Tratar de seducir a Jimin de una manera que sería inútil, no resultaría y le robaría lo poco que le quedaba de dignidad.

Genial, iba a ser fantástico.

Yoongi se acomodó en una posición que le pareció lo suficientemente sexy y le tomó una foto a sus piernas. Lo hizo como cinco veces y se decidió por una. Después de veinte minutos de hacerse para atrás y nuevamente cobrar valor, finalmente presionó enviar y ahogó un grito en su almohada.

Jimin jamás le respondería, Jimin no es el tipo de chico que sólo se fija en...

El sonido de una notificación lo alertó.

Jimin le había respondido.

Yoongi casi se lanzó sobre su teléfono y espero unos minutos que le parecieron eternos antes de encenderlo.

¿Quién eres?

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¿Quién eres?

Yoongi se tocó sus orejitas y sonrió.

Tú puedes llamarme gatito.

Mi Gatito Sexy (Jimsu) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora