❝¿Castigados?
Sí, castigados y encerrados solos en un salón.
Bueno había que buscar algo para divertirse mientras tanto, no se iban a pasar todo el rato sin hacer nada en ese salón.❞
⌗ Information !! ★
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Media hora. Había pasado media hora y JiSeok estaba sentando en un sofá, algo más grande de lo habitual, mientras veía como SeungMin rodaba por todo el piso; muy normal.
JiSeok: Minnie... — llamó la atención del menor.
SeungMin: ¿Si? —dejó de rodar, ya se sentía un poco mareado; se sentó en el suelo con las piernas cruzadas.
JiSeok: Tú...¿estás interesado en GunIl? —dijo apartando la vista de los ojos de SeungMin.
SeungMin: ¿Interesado? —ladeó la cabeza en forma de confusión.
JiSeok: Sí...ya sabes...si te gusta.
SeungMin: Ah... —sonrió al entenderlo —¿Qué te hace pensar eso?
JiSeok: Pues...eres muy cercano a él...y te da más abrazos que yo —hizo un puchero.
SeungMin: Hyung —se levantó del piso, se acercó a JiSeok y se sentó al lado de éste —No estoy interesado en GunIl Hyung —se acercó más a él —Sino en ti —sonrió.
JiSeok: ¿En se-? —no le dio tiempo a terminar, ya que SeungMin comenzó a besar a JiSeok.
SeungMin: Muy en serio —dijo al separarse después de un tiempo.
JiSeok: SeungMin...
SeungMin se acomodó en el regazo de JiSeok, poniendo cada pierna a cada lado de su cadera.
SeungMin: JiSeok...
Susurró en su oído antes de comenzar a frotarse contra JiSeok, haciendo despertar la polla de éste poco a poco.
SeungMin sabía cómo provocar a su Hyung y se volvió a acercar a su oído para gemir sonoramente cuando la polla dura de JiSeok rozaba su entrada por encima de la ropa.
JiSeok: Oh, Minnie... —suspiraba pesadamente.
SeungMin: ¿Te gusta, Hyung? ¿Quieres ver como te monto? —decía sin ningún remordimiento en sus palabras.
JiSeok agarró fuertemente las caderas de SeungMin, elevándolas para fingir embestidas por encima de la ropa.
SeungMin gemía en su oído; una gran y bonita melodía para JiSeok.
JiSeok: Quiero follarte ya —soltó un gruñido.
SeungMin: Pues ¿a que esperas? —sonrió con picardía.
SeungMin se quitó la camiseta ante la atenta mirada de su acompañante. El mayor mordió su labio inferior al ver los pequeños pezones rosados del menor.
