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Cerre mi casillero de los vestidores, debido a mi "accidente" con Labilia tuve que venir a cambiar mi ropa. Daba gracias a mi madre por decirme que tenga ropa extra de emergencia, si no fuera por ella ahora mismo seguiria empapada de pies a cabeza.
Tambien agradecia que ya las clases terminaron y que nadie me llamara la atencion por no portar el uniforme, lo unico que me faltaria era que me castigaran por culpa de aquella maldita bruja.
Guarde la bolsa con ropa mojada dentro de mi mochila y cargue esta en mis hombros, lista para poder irme. Estaba apunto de salir de los vestidores, cuando un quejido llego a mis oidos.
Frunci el ceño, confundida: ¿Habia alguien mas aqui? Mas importante, ¿le sucedera algo? Decidi acercarme hacia donde provenian los sonidos.
¿Conocen el dicho: "la curiosidad mato al gato"? Pues bueno, creo que lo que mis ojos vieron no solo mataron mi curiosad... Me oculte detras del muro, sin poder reaccionar ante lo que veia.
Labilia y Shiki, estaban teniendo relaciones dentro de una de las duchas. El sonido que hizo mi corazon al romperse llego a mis oidos, un nudo se formo en mi garganta y mi loba interior comenzo a llorar, desahuciada.
Sin quererlo, un olor a tristeza y decepción comenzo a desprenderse de mi, llamando la atencion de Shiki, el unico que fue capaz de captarlo. Por unos pocos segundos sus ojos se cruzaron con los mios, aunque no espere nada y sali corriendo de alli, sin querer interrumpir sus cosas asquerosas y ultramente dolorosas.
Baje la velocidad al estar lejos de los vestidores, ahora caminaba a paso lento hacia la salida, mi cabeza estaba gacha y mis ojos llenos de lagrimas acumuladas que me rehusaba a soltar... Por lo menos ahora, prefiero llorar tranquila en mi habitacion.
- ¡Rebecca! - La voz de Happy me saco de mi sufrimiento.
Al verlo me agache y abri mis brazos, esperando su abrazo que al llegar, podria decirse que junto las piezas de mi corazon roto y las pego nuevamente. Sonrei con tristeza y aprete el cuerpo de mi hermanito contra mi, negandome a soltarlo.
- Becca, no respiro. - Se quejo y me alejo, quedandose callado al notar mi estado. - ¡¿Que paso?! - se alarmo.
Cerre mis ojos y respire hondo, intentando calmar el nudo en mi garganta y mi loba que estaba llorando peor que yo misma. No queria preocupar a Happy.
