Part 7

244 56 1
                                    

Al despertar aparentemente tras un largo sueño, Yibo no pudo darse cuenta de dónde estaba al principio. Después de todo, lo último que quedaba en su memoria era él atravesando el corazón de su enemigo con una afilada espada... Fue el momento en que sus lugares cambiaron. Ahora era él quien miraba desde arriba a los ojos aterrorizados del otro lado de la habitación que suplicaban que le perdonaran la vida...

Todo estaba en el pasado. La venganza estaba hecha... pero... pero ¿por qué no sentía tranquilidad? ¿Por qué no estaba feliz por ello? Había matado al asesino de sus padres, ¿por qué no podía sentir la felicidad con la que soñaba?

Sí... se había vengado. Pero no podía traer de vuelta a su padre y a su madre. Realmente todo estaba en el pasado... ¿quizás el Maestro Li tenía razón cuando le convenció de que abandonara esta idea? Había pensado en ello durante tantos años que ahora que por fin se había salido con la suya, no sentía más que vacío en su alma... ¿Así era la venganza? ¿Qué debía hacer ahora?

- Por fin estás despierto, - de repente le llegó una voz ajena y por un segundo se quedó helado de miedo, pero luego se relajó al ver al dueño de la voz. Sólo ahora Yibo recuerda lo que ocurrió después de caer al suelo sin fuerzas... Xiao Zhan... fue tras él. Su voz que le llamaba desesperadamente le aferraba con fuerza entre sus brazos, mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas. Recordando la calidez que emanaba de él entonces, Yibo sólo se preguntaba... ¿Qué sentía Xiao Zhan entonces?

- ¿Dónde está? - Se vuelve hacia Mingde. Pero lo único que obtiene por respuesta es "No puedo decirlo".

Yibo no le presta mucha atención. ¿Quizás algo secreto relacionado con su clan? Sí... debería esperar un poco más y Xiao Zhan estará aquí. Siempre ha estado aquí.

Pero una hora, dos, tres... diez... un día... dos... todavía no estaba. En algún momento, empezó a pensar que Xiao Zhan descubriendo su engaño por el momento estaba enfadado con él. Pero si ese fuera el caso, ¿habría dejado a su ayudante a su lado?

Mingde se negó a responder a ninguna pregunta, así que no quedaba más que esperar. Pero por suerte el segundo día, Xiao Zhan ya estaba aquí. Al verle abalanzarse sobre él, todas las dudas y preocupaciones desaparecieron, y su corazón por fin dejó de estar tan ansioso. Extrañamente, el solo mirarlo hacia que Yibo se sintiera tan tranquilo...

- Estás despierto, - Xiao Zhan sonrió, acercándose a él.

- Te he estado esperando, - brota de la boca de Yibo antes de que él mismo tenga tiempo de digerir el pensamiento. Sólo después de una suave sonrisa del hombre que tiene enfrente se da cuenta de que... en efecto, ha esperado. Tanto que empezó a contar no horas ni días, sino segundos hasta que llegó... quizá así es como llega el amor... sin darse a conocer.

***

- ¿Qué es lo que pasa? - Oyó la voz de Xiao Zhan y se dio cuenta de que su ansiedad era bastante evidente. Estaban de nuevo sentados en el tejado de la casa, admirando las estrellas como unos días antes…

- Sabía que eras Xiao Zhan desde el principio, - las palabras que había sido incapaz de pronunciar durante todo el tiempo que habían estado sentados allí, finalmente salieron de su boca. Yibo se dio cuenta de que las cosas ya eran diferentes entre ellos... Ambos estaban enamorados el uno del otro y él no quería empezar esta relación con una mentira, pero también tenía miedo. Temía que con esta verdad pudiera alejar a la persona que amaba, pero... pero como respuesta escuchó palabras completamente diferentes.

- Yibo, escúchame, - Xiao Zhan hace una pausa, volviendo toda su atención hacia sí mismo, - Dejemos el pasado en el pasado, ¿de acuerdo? No quiero pensar en nada más ahora mismo. Lo único que me importa ahora mismo es que estés cerca...

Se miraron con tanta ternura que de repente se dio cuenta de que pensaba que momentos así no volverían a repetirse. Aquel día, sin más, admirando las estrellas, Yibo había pensado que sus caminos se separarían para siempre. Pero ahora era diferente... ahora estarían juntos...

Se sentarían allí durante mucho tiempo antes de irse a la cama…

***

Cuando se despierta por la mañana, lo primero que hace es ir a la habitación de Xiao Zhan, pero no lo encuentra allí. En su lugar, ve a Mingde, que camina enérgicamente de un lado a otro de la habitación, murmurando algo para sí mismo. Parecía tan preocupado por algo que ni siquiera respondió a las llamadas de Yibo. Sólo lo consiguió en su quinto o sexto intento. Pero lo que oía de sus labios…

- El Joven Maestro te prohibió decir eso. Pero... el clan Cheng atacó. El Jefe Xiao se negó a ayudar y el Joven Amo fue solo a la batalla.

Yibo salió corriendo inmediatamente... No había ni un solo pensamiento en su cabeza antes de llegar allí. La barrera estaba casi rota y la gente atacaba por todos lados. Y entre ellos, sólo había una persona que estaba luchando sola y junto con todo esto estaba tratando de arreglar la barrera... Yibo se apresuro a ayudar. Su mente estaba hecha un lío. Quería preguntarle a Xiao Zhan ahora mismo por qué no le había contado todo, pero se da cuenta de que no es el momento de hacerlo. Su corazón sangra simultáneamente al darse cuenta del hecho de que sólo quería protegerlo... mantenerlo a salvo... El que protegía siempre era él.

Tras la muerte de sus padres, siempre había tenido que cuidar de su hermano pequeño y sustituir a su padre y a su madre por él. Y en todo ese tiempo, incluso había olvidado lo que era... estar detrás de alguien y saber que no te harían daño... y ahora, cuando todo parecía caer de repente sobre su cabeza, no sabía qué sentir exactamente. ¿Gratitud? ¿Calma? ¿Felicidad? O todas ellas. Sólo había una cosa que importaba... que todo era Xiao Zhan.

Mientras intentaba defenderse de los atacantes, se dio cuenta de que Xiao Zhan estaba herido. Pero aún así, continuó intentando cerrar la barrera. Yibo quería correr hacia él, cogerle de la mano y huir de este lugar. Resguardarlo de este dolor y esconderlo en algún lugar, pero parecía que el mundo entero estaba en su contra. Tenía que abrirse camino hacia él, pero a cada segundo que pasaba, parecía que Xiao Zhan se alejaba más y más, como si fuera imposible llegar hasta él. En sus pensamientos solo estaba el y tratando de acercarse un paso mas a el, Yibo no se da cuenta de inmediato como la barrera ya esta cerrada. Sólo en el último momento consigue por fin agarrar... a su favorito y junto con él en sus manos cae al suelo.

- Xiao Zhan, - dice temeroso, mirándole a él y a sus ojos cerrados. No es respondido y continua llamandolo... solo se escuchaba una leve respiracion y nada mas. Y ahora Yibo se da cuenta...

Se preguntaba que sentía Xiao Zhan en ese momento, cuando agarro su cuerpo entre sus brazos y trato de llamarlo. Y ahora estando él mismo en esa posición, Yibo lo comprendió todo. El miedo a perder a quien amas. Todo lo que quieres es que el que yace en tus brazos abra los ojos y te mire. Que te devuelva el abrazo y simplemente... respire. Quieres quitarles el dolor si eso les ayuda.

Yibo no recuerda cómo volvió. Su corazón estaba lleno de nada más que miedo y no fue capaz de memorizar sus acciones. Solo rezo, en silencio, en un susurro... rezando para que los Dioses no le arrebataran a Xiao Zhan. Había perdido a su padre, había perdido a su madre, pero no podía... no podía perder a su amado ahor

Knock At My HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora