Gafas tintas rosas - BokuAka

3.

Akaashi trató de hacer planes con Bokuto una vez a la semana, aunque solo fuera para estudiar. Me fue bien, por un tiempo. Bokuto parecía más feliz. Luego empezó a cancelar.

Voy a estudiar en casa hoy en su lugar

Tengo un examen mañana así que tengo mucho que hacer

¿Está seguro? Akaashi envió un mensaje de texto. Puedo ayudarle.

Nah lol no quiero aburrirte

Akaashi no empujó. Solo molestaría a Bokuto.

Está bien, me respondió. Entiendo si quieres quedarte en casa. Pero no eres aburrido, Bokuto-san.

Obtuvo una cara sonriente, y nada más.

"¿Bokuto no puede salir a jugar hoy?" preguntó Kuroo. “Estás mirando tu teléfono. ¿Mamá querida dijo que tiene que quedarse en casa y hacer las tareas del hogar?

Akaashi no era fanático del nuevo apodo de Kuroo para Yuna. "No. Hemos hablado de esto.

Kuroo suspiró. "¿Incluso cuando somos solo nosotros?"

“Incluso cuando solo somos nosotros”.

Cuando Akaashi llegó a casa después de su primera sesión de estudio con Bokuto, envió a Kuroo enlaces a los sitios web más útiles que había encontrado y visto hasta que Kuroo los leyó todos. Le dio a Kuroo las mismas reglas que se dio a sí mismo: no insultar a Yuna frente a Bokuto. Sin insultar a Yuna en su cara. Sin hacerlo sentir culpable por cómo lo trató.

Kuroo escuchó e intentó. Realmente lo hizo. Pero no tenía la paciencia de Akaashi.

El primer problema surgió unas semanas antes del cumpleaños de Kuroo. Yuna, como explicó Bokuto en una de las pocas veces que pasó por su apartamento, había comprado un viaje de fin de semana a Itoigawa para los dos. Era su primer viaje como pareja y era importante para ella.

"¿Y?" Dijo Kuroo, cuando Bokuto terminó de explicar. “Hemos tenido planes para mi fiesta durante meses. ¿Cómo te perdiste que era el mismo fin de semana?

Sus planes incluían en su mayoría las mismas cosas que siempre hacían los fines de semana, pero con más gente. Algunos de los amigos de Kuroo de Nekoma venían de visita, al igual que Tsukishima, cuyo propio equipo universitario de voleibol estaba jugando en Tokio ese día. Bokuto había estado hablando de todas las bromas que le iba a hacer a Tsukki durante meses. Además, el cumpleaños de Kuroo era el único día del año en el que se podía convencer a Kenma de beber alcohol, lo cual siempre era divertido de ver.

"En serio en serio lo siento. Compró los boletos como una sorpresa. Cuando le dije, revisó si podía devolverlos para poder ir otro fin de semana, pero no eran reembolsables”.

Akaashi no lo creyó, pero no dijo nada. Kuroo lo hizo. "Claro que lo eran".

"¿Qué?"

“Kuroo,” advirtió Akaashi.

Kuroo lo ignoró. “¿De verdad crees que fue una coincidencia? Ella ya te disuadió de tener una fiesta para tu propio cumpleaños. Pero ella no puede evitar que tenga uno, así que supongo que en su lugar te impedirá ir, ¿verdad?

“No fue a propósito,” dijo Bokuto. "Ella no sabía que se acercaba tu cumpleaños, lo juro".

Kuroo debió haberse cansado de que Akaashi lo mirara, porque se calló. "Lo que sea. Déjame saber si cambias de parecer." Entró pisoteando a su habitación y cerró la puerta, dejando solos a Bokuto y Akaashi.

"Está jodido, eso es lo que es", dijo Kuroo más tarde, una vez que Bokuto se fue, y no se quedó mucho después de eso. “Ella está controlando toda su vida. Tenías razón, Akaashi. Ella es abusiva.