𝑷𝒔𝒚𝒄𝒉𝒐 [𝑱𝒆𝒐𝒏𝒈 𝑱𝒂𝒆𝒉𝒚𝒖𝒏]

XII

[Un mes después] 

Cada mañana, Yoonoh salía para ir al trabajo. Cada maldita mañana, ella se quedaba encerrada en esa alcoba buscando la manera de salir y poder escapar de esa maldita pesadilla que se estaba volviendo real, completamente real para ella. 

Se estaba volviendo loca, escuchaba las gotas caer desde las plantas de fuera de la ventana, cada grillo encerrado en esa habitación, cada pata de araña escalando por las paredes. Era una completa locura para ella y lo único que hacía estando en ese lugar, era rascar en la pared con sus uñas los días que estaba pasando ahí sin hacer nada. Cada vez sentía como la piel de sus dedos era levantada y como las uñas comenzaban a sangrar por debajo haciendo que posibles infecciones se presentaran. 

A pesar de que había pasado una semana, en su mente seguía marcada la muerte de Jennie, la muerte de aquella chica que recién conocía pero que estaba en la misma situación que ella, siendo así su única amiga, la única con la cual pudo hablar un par de minutos y darse cuenta que ambas querían ser libres y escapar de ese psicópata que solo buscaba su propio beneficio. 

Suspiró para si misma, sabía que era imposible salir del lugar donde estaba, sabía que sería complicado que volviera a ver a Taehyung y sabía que era imposible salir con vida después de saber el número de víctimas que habían pasado por el mismo destino.

Abrió sus ojos con miedo al escuchar el portazo de la entrada principal. Los pasos pesados en los escalones se hicieron cada vez más fuertes debido a que Yoonoh comenzaba a acercarse a la habitación donde ella estaba. 

Tara tapó las marcas en las paredes con el tapiz viejo y desgastado y casi corriendo volvió a la cama donde él le indicaba estar todo el día. Si desobedecía, las consecuencias eran las peores no solo para ella, sino para aquellas criaturas o animales del bosque que debido a la ira que Yoonoh tenía, eran asesinados brutalmente siendo desmembrados mientras estaban vivos. 

Creyó que Yoonoh iba a entrar a la habitación, pero la fuerza puesta en el picaporte se detuvo y la sombra bajo la puerta se alejó cada vez más, dejando el sonido de los pasos hacia el sótano. No había nada más ahí abajo, ¿Porqué fue ahí sabiendo que estaba vacío y que lo más probable es que no encontrara nada? 

La chica se levantó con cautela, miró a través del agujero del picaporte, lo poco que podía ver era completamente claro. Solo un muro con cuadros clavados en las paredes, no había rastro de sangre en el suelo, lo había limpiado por completo, era un asesino experimentado y ella sabía que Yoonoh conocía todas las maneras en las que sus víctimas trataban de escapar. Por eso las medidas de seguridad. 

Quitó su vista de la mirilla, y ahora miró el espacio debajo de la puerta. La alfombra color rojo estaba impecable pero había algo peculiar en ella y eso era ese bulto pequeño justo en la entrada de la puerta. Lucía como un trozo metálico de color oro. Abrió los ojos de par en par al pensar que era una llave y que podría salir al menos de la habitación para buscar algún tipo de teléfono o salida para pedir ayuda. 

Suspiró con fuerza y se levantó del suelo sacudiendo sus rodillas con rapidez, buscó con la mirada algo con lo que pudiera alcanzar aquel trozo de oro que podría ser su única salida. El problema con a habitación es que no había nada cerca que la pudiera ayudar a cumplir el objetivo que tenía en mente. 

De nuevo los pasos sonaron a lo largo del corredor, esta vez tuvo que colocarse de manera rápida recostada en la cama, sabía que debía de buscar después de que el se fuera, lo cual sería la siguiente mañana. No sería fácil, pero Tara tenía en mente salir viva de aquel lugar y no importaba a que costo. 

[Estación de policía]

Cerca de la estación de policía, las personas corrían de un lado a otro llevando y cargando papeles sobre la desaparición de Tara. ¿Cuál era la razón de tal alboroto? Mejor dicho quien. La respuesta era Taehyung, que tres días después de salir del hospital debido a la contusión que tenía en la cabeza comenzó a buscar pistas por todos lados tratando de encontrar alguna evidencia del lugar donde ella pudiera estar o quien la tenía. 

—Capitán, encontramos un juego de huellas que coinciden con uno de los desaparecidos. —el iPad fue colocado en sus manos, la imagen del modelo Cha Eunwoo  fue lo primero que Taehyung observó— desapareció hace más de dos meses  

—¿Hubo algún tipo de testigo? —su compañero negó— no tenemos ni una malita pista, no tenemos ni una, es imposible que todos hayan desaparecido sin dejar ningún tipo de pista

—Solo una señor, un pequeño relicario. —era imposible que ese pequeño pedazo de plata fuera una pista contundente para resolver el caso de cinco desapariciones y una muerte sádica— tanto en la muerte de Kim Doyoung como en la desaparición de la señorita Tara había estos relicarios, con fotografías de ellos— ambos son del mismo material señor y el modelo es el mismo solo que con las iniciales de la victima grabadas en ellas 

—Llévalos a análisis, debemos de encontrar algún tipo de huellas en ellas y de ser posible saber quien los hizo y a quien se los vendió. —el compañero de Taehyung asintió llevando las bolsas con la evidencia a análisis que se encontraba del otro lado de la ciudad— 

Mientras tanto, Taehyung pensaba con claridad de lo que en verdad le había pasado hace un mes cuando Tara desapareció y cuando él quedó inconsciente debido al golpe que había recibido y que lo dejó por completo en el hospital. Debía encontrar a la chica y no quería encontrar partes de ella como lo hizo con Kim Doyoung hace un mes atrás....