11. Primeras Experiencias

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Desde que se conocieron, Starlight y Sunburst compartieron mucho momentos juntos.

Cuando Sunburst comenzó la escuela, Starlight insistió en acompañarlo. Ella fue quien tomó su mano y lo condujo a una de las mesas donde estaban los otros niños, la que inició una conversación con una chica que ninguno conocía. Fue Starlight quien hizo que su primer día fuera especial y lo ayudó a hacer nuevos amigos. Sunburst devolvió el favor cuando fue el turno de Starlight de empezar la escuela, e incluso se sentó con ella en su salón y solo se fue cuando tocaron la última campana.

Cuando tenían trece y doce años, Sunburst estuvo ahí cuando Starlight sufrió su primer rechazo amoroso. La ayudó a calmarse y estuvo ahí para asegurarle que ese chico era un idiota, que no la merecía y que estaba mejor sin él. Esa noche hubo grandes cantidades de helado y chocolate consumidos entre los dos, además de una docena de películas de terror que eran más cómicos que terroríficos, pero todo lo que Sunburst recordaba era que su mejor amiga estaba angustiada y necesitaba de su ayuda.

Starlight estuvo ahí para él durante su primer concurso de matemáticas que había estudiado arduamente por meses. Fue ella quien tomó su mano y le recordó que no importaba se ganaba, para ella él era la persona mas inteligente que conocía. Entró a ese salón con la imagen de su sonrisa en su mente, resolviendo cada problema para hacerla orgullosa a ella y probar que la fe que tenía en él no era en vano.

Ella no le debía nada, ni él a ella. Simplemente eran mejores amigos que se apoyaban mutuamente, en las buenas y en las malas.

Compartieron muchas primicias juntos, excepto una.

Era una tarde normal cuando Starlight le preguntó, su tono tan casual que la pregunta casi le pasaba desapercibido, distraído por la comedia romántica que estaban viendo en el momento. Probablemente no le hubiera dado importancia si hubiera sido cualquier otra persona. Probablemente hubiera ignorado la pregunta por completo, o dado una respuesta a medias antes de cambiar el tema. Pero esta era su mejor amiga. La chica de la que había estado enamorado durante demasiado tiempo, y la pregunta no pudo ser fácilmente ignorada.

—¿Como fue tu primer beso?

Sunburst casi se atragantó con las palomitas de maíz en su boca.

Después de aclarase la garganta con un poco de refresco, se volvió hacia su amiga y se quedó boquiabierto—. ¿Q-Qué?

Starlight se encogió de hombros, sus mejillas ligeramente rosadas mientras mantenía sus ojos en la pantalla—. Solo preguntaba si ya has tenido tu primer beso, por curiosidad.

Sunburst parpadeó.

No estaba seguro que decir. La verdad era demasiado vergonzoso: no había tenido su primer beso porque estaba locamente enamorado de ella desde los catorce años. Simplemente no había sentido atracción por nadie más, por ende, no había sentido el deseo de besar a nadie más que no fuera Starlight. Sunburst estaba más preparado para ver a su mejor amiga casarse con otra persona, y probablemente morir solo, que besar a cualquier chica que le mostrara el más mínimo interés que no fuera Starlight.

Pero primero muerto que admitir todo eso.

Así que hizo lo que mejor sabía hacer: mentir.

Sunburst se recostó en el sofá de manera casual mientras le respondía—. Bueno, sí. Tuve mi primer beso hace un tiempo. Digo ¿Quién no ha tenido su primer beso a nuestra edad?

¡Ojalá ella!

—¿Con quién fue? —Starlight preguntó, volteando a verlo con una expresión de euforia y tristeza que él no supo interpretar.

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